Entre líneas Emeteria

Entre líneas Emeteria

Al despertar reconocí tu olor y sonreí al pensar lo bello que fue haberte conocido.

-Son casi las diez, no deberíamos levantarnos?

-Si, quizás sería buena idea, te parece desayunar en el hotel o salir y buscar algo en la ciudad…

-Mmhh- si, se me antoja un buen café y un rico desayuno, para comenzar el día.

Llegamos a la mejor cafetería de la ciudad para mi gusto y recorrimos las calles que nos demostraban los pasos de su gente, en los peldaños ancestrales tu voz y nuestra historia.
Te di la mano para recorrer este camino que ahora ya hace un tiempo no es mas juntos, pero que ahora en lejanía me recuerda tu presencia.

I

Te vi la primera vez abrazado de Romina una muchacha muy guapa que solía tomar café en las bancas de la cafetería, donde mis padres tenían un negocio y su existencia.

Llegabas sonriendo y pidiendo un café para tomarlo en compañia de ella. Romina ya en sus treintas.

Me encantaba imaginar la historia que los había hecho estar juntos; habían sido las familias, una época juntos en la universidad, una casualidad. Así es como fué la de saber tu nombre. Casualidad.. José, un nombre tan poco espectacular, que casi me decepcionó al haberme enterado. Cuando me lo comentó mi hermano, me parecío que me quería tomar el pelo. Así que le pregunté, seguramente, más de tres veces para saber si le caía en la mentira.

Definitivamente era tu nombre: José, aunque viéndolo bien, pues es el padre de Jesús y el esposo de María. Entonces no es de poca importancia, solamente und nombre muy trillado.

Romina era una muchacha muy bella, casi daba envidia al verla, sólo que yo nunca he sido envidiosa de las apariencias. Un cuerpo y cabellera hermosa, de esos seres que al sonreír, crees que un ángel está detrás.

La verdad es que el verlos juntos me imaginaba que él con su porte de ser especial y merecer el mundo entero veía en Romina, que ese mundo se plasmaba real. Y yo que lo amaba, por no se cual razón. Quizás, porque en las pocas pláticas con él, me sonreía y me hacia sentir especial, porque me trataba como si realmente fuese especial y no la niña que atendía el café de vez en vez. Porque en su mirada, me encontraba, como yo desearía ser, alguién que a pesar de todo, como las mariposas, de una oruga (un gusano con pelos) se transforma en un ser que vuela y que con sus alas empieza a pintar el mundo de colores.

José, algunas veces desearía que nuestra historia fuese, hubiese sido eterna, sin la complejidad de un sin sentido.

Como las hojas de los árboles hubiésemos sido dos, la sintonía, como cuando el viento canta y las nubes traen su melodía.

II

Cinco años después, ya con una carrera universitaria financiada por la necedad de mi padre en convertirme en una mujer con licenciatura, con la sutileza de mi madre en apoyarlo y mi cobardía para permitirlo (siempre se necesitan tres para cualquier cosa). Te reencontré en la entrevista de trabajo para el puesto como ejecutiva en el aréa de investigación y desarrollo para la editorial Goodwill. Casi me quedé sin habla, cuando te vi sentado en la entrevista.

-Buenos Días, señorita Rodas, Emeteria Rodas. Que bueno que pudo llegar sin contratiempos ¿todo bien?

-Si, claro, muchas gracias. Pensé que la entrevista sólo sería entre dos personas.. eso es todo.

-¡Ah! Sí claro, permítame presentarle al director general de la compañia Jose Goodwill – nos acompañara en la entrevista, ya que no hemos encontrado mucha gente para este puesto y es por ello que hemos decidido entrevistar, sólo una vez a las tres candidatas.

-Pues esto me parece maravilloso, así nos evitamos las penosas horas de espera.- contesté utilizando mi capacidad de ser maravillosamente encantadora, aprendido con y por el tiempo… al final si me desarrollé en una belleza, como la de Romina. (aunque solamente fuese por fuera)

-Me parece que lo conozco Sr. Goodwill, usted tomaba café en un negocio de mis padres. No tiene porque recordarme, pero es simplemente una casualidad. Espero ciertamente ¡una buena! y sonreí.

José me sonrío con su mágica sonrisa y aseguró que lo recordaba.

Tomamos asiento y el señor Tomas Rendón empezó con las preguntas y yo como lo que había aprendido era a fingir para fingir ser feliz, ser como todo el mundo esperaba, fingí ser la persona que esperaban y fingí ser y vivir para el puesto que me ofrecían.

José nos acompaño en el show de preguntas y respuestas. Y al final de la entrevista sólo dijó;

– ya escuchara de nosotros. Ha sido un gusto.

– gracias a ustedes por invitarme y si no escucho mas de ustedes pues muchas gracias de cualquier forma por la entrevista.

José respondió;

-escuchará de nosotros.

Y así se despidieron. Un poco sorprendida por el giro de la entrevista y por los 20 minutos que había durado, me regrese a casa.

III

-José, no fuiste un poco mal educado con la señorita Rodas?

-A mi, no me lo pareció. Era innecesario hacerle tantas preguntas. No es lo que buscamos para este puesto. -contestó José con tono impaciente

-A mi me dio la impresión de ser competente y agradable, sería fenomenal para el equipo de investigación y desarrollo. -respondió Tomas Rendón

-En menos de tres meses la tendríamos fuera, sabes quién seria su jefe, ¿no? Ronaldo y sabes como se las gasta.

-Si, pero ella no se me hace que fuese a caer en sus redes, pero bueno …¡Tu decides!

-Llámale y dale lo que pida

-¿Perdón?¿Cómo? ¿si o no? – Tomas con una cara confundido

-Se queda con el puesto de asistente del director

-¿Qué asistente?- aún más confundido respondió Tomas.

-Necesito una nueva asistente y se que es Eme, perdón la señorita Rodas, Así que dale lo que pida. Y que empiece cuando pueda.

-¿José? Estás bien – le dijo Tomas, ya un tanto preocupado.

-¿Tomas? ….-le dijo José sonriendo, que empiece cuando pueda. ¿De acuerdo?

-De acuerdo – le contesto Tomas con respeto.

IV

-¿Cómo te fue Eme? – preguntó Anamaria, la mamá de Eme, al escucharla entrar. Mientras cortaba verdura sentada en la mesa de la cocina.

-Muy bien mamá, seguro me dan el trabajo, no te preocupes y verás todo va salir bien. -respondió Eme dándole un beso en la mejilla, aprovechando para echarle un vistazo a la cacerola con agua hirviendo.

-Espero que sí ¡Por ti! Ese trabajo te traería otras cosas en que pensar y alejarte de malos pensamientos.

-Si mamá, tú lo dices y así será, ya veras, seguro hoy me llama el señor Tomas Rendón

-¿Cómo dices? ¿Tomas Rendón? ¡Ya te llamo hace como una hora! Dejó este número de teléfono.

-¿Qué dijó?

-¡Eme! Llámale. ¡Ojalá sea una buena noticia! ¡Qué para esas si estamos!

Eme cogió el teléfono y comenzó a marcar

-¡Mamá estoy muy nerviosa! ¿Te conté que el director de la compañia iba a tomar café, cuando iba en la prepa?

-¿Qué? -con ojos muy grandes contestó Anamaria

-¡shhh! ya contestaron. Buenas Tardes, ¿estará el señor Rendón? … soy Emeteria Rodas … ¡Ya viene! – sonriendo a su mama

-Hola, señor Rendón, me dieron su recado. En que puedo servirle. ¡Ah! ¡Que lastima! …. Bueno…¿Cómo? Y en que puesto…Sí, sí sigo aquí, sí, claro, me gustaría ¿Cuándo puedo empezar? ¿Lo decido yo? Este puesto no existía.. Y ¿cuánto pagan? Perfecto, me encanta la idea…¡Mil gracias! ¡ah! pues yo encantada el próximo lunes, ¿le parece bien? …. Hasta luego y mil gracias, dele las gracias también al señor Goodwill. – Colgando el télefono

-¡Mama! ¡Mama! Me han dado un puesto y es mejor para el que yo apliqué.

-¡Oh! ¡Mi muchachita hermosa! ¡Me da mucho gusto por ti! ¡Ah! ¡Qué bendición! Vamos a ir el domingo a la catedral a dejarle su veladora a la virgencita de Guadalupe. Así, que este domingo no vayas a quedar con nadie. ¡Lo feliz que se pondrá tu papá!

y ¿Qué vas a hacer?

-La asistente del director, del Sr. Goodwil, el que tomaba café con nosotros en la cafetería.

-¡Ay! Mija, pero asistencia es como secretaria ¿no?

-Pues si mama, pero del director de la empresa. El lleva el mando de muchas cosas importantes.

-Mi amor, pero ¿tu estudiaste para ser secretaria?

-No, mamá, pero es del Director de la empresa te digo. Créeme mama es muy buen puesto. Me puede abrir las puertas para algo importante. Y no te preocupes no tendré que servirle el café. Eso ya no se usa en las compañias de alto nivel. De verdad, mamá ¡Te lo digo! -sonriendo y abrazándola muy fuerte Eme se fue a su cuarto y Anamaria le sonrío a su hija y un tanto pensativa. Estaría bien tomar ese puesto para Eme -pensó. Después de tanto estudio y sacrificio.

-¡Mamá! – Eme, desde el segundo piso

-¿Si? – grito Anamaria

-¡Me pagaran 15000 al mes! Ninguna de mis amigas tiene ese salario. ¿Ya así estás más contenta?

-¡Si mi amor! ¡Yo estoy contenta por ti! No importa que seas secretaria.

-¡Mamaa, nada te da gusto! – Eme regreso a su cuarto enojada.

Por qué a mi mamá le parecerá tan importante el nombre del trabajo le hubiese dicho “working on direction” Bueno eso tampoco suena tan bien. Pero que importa mi jefe va ser José. Quién lo diría, después de tanto tiempo -mirando a su virgen colgada arriba de su cama.- Si que te voy a llevar una velita mi virgencita chula, gracias por escucharme.

V

Me encantó su sonrisa y sus ojos parecieran que no mienten. No logro recordarte Eme, ni en un solo momento en el “Café del Parque” claro, ahí mis ojos solo estaban con Romina que no me acuerdo de los tuyos…

Casi en voz alta mirándose en el espejo, al lavarse las manos en el baño de la oficina.

-¿Qué dices José? – Preguntó una voz abriendo la puerta del inodoro

-¡Ronaldo! Me has sacado de mis pensamientos – con un poco de vergüenza- ¿Cómo estás? ¿Cómo van las cosas? ¿Ya listo para la reunión de hoy?

-Si, claro. Es que ando muy atareado! Me hace falta Mariana en el equipo. Así que no tengo tiempo para nada. ¿Sabes si Rendón ya encontró a alguien?

-Mira Ronaldo, no te hagas el mártir, sabes muy bien, porque se fue Mariana. Deberías de aprender ya después de estas experiencias a no meterte con tus compañeras de equipo y sobretodo siendo tu el jefe.

Ronaldo un poco apenado, bajó la cabeza y se empezó a lavar las manos.

-Tomas está buscando, pero yo lo estoy supervisando. Yo voy a elegir a la nueva o nuevo integrante de tu equipo. Hasta al rato.

-Si, José. Hasta el rato y créeme lo siento mucho, pero sucedió. No lo pudimos contener.

-A mí, no me platiques tus aventuras. Aquí hay que trabajar, eso es todo. – le dijo José en un tono serio.

José llevaba ya casi diez años en esta compañía y le daba un poco de pena Ronaldo, siempre se enamoraba y después como por arte de magia se desenamoraba en menos de un año. Claro era joven todavía, pero en algún momento esta situación empezaba a provocar costos que la empresa no tendría porque costear. Cinco empleadas en dos años. Al final tendría que darle solo colaboradores hombres.

Bueno la situación de la empresa no podría ser mejor. Los últimos tres años con un crecimiento anual de casi 40%- pensó-

José se sonrío al pensar, en la carrera brillante que había logrado en tan poco tiempo. Y casi estaba seguro que si Romina le hubiera dicho que si, todo esto; tres casas, cuatro autos, dos choferes, dos empleadas en casa, cocinera, jardinero y todos esos lujosos viajes no los hubiera logrado hacer, si Romina fuese parte de su vida. Y sin querer, quizás, se le salió un suspiro.

VI

Romina había sido mi compañera de la universidad. Una mujer hermosa en todos los sentidos, la conocí durante el primer día de la universidad, una muchacha sencilla y lista. Mis padres al conocerla pensaron que me volvería un ecologista sin remedio. Pero no fue sino saliendo de la universidad. Donde durante una fiesta en casa de Roberto, mi mejor amigo, nos vimos por primera vez como algo mas que compañeros. Nunca podré olvidar como reímos después de un joint, que probamos por primera vez en esa fiesta.

Todo era perfecto con ella, sus platicas, sus caricias, la forma de controlar todo, me hacia sentir vivo por el hecho de estar con ella. Y siempre creí que era correspondido. Tardes interminables por la ciudad, disfrutando la juventud y nuestro amor.

-¡Si! Estoy seguro que fue amor- hasta esta parte siempre llega una sonrisa a mi boca.
Así que después de dos años de estar juntos, le pedí que nos casaramos y Romina aquella mujer tierna y amorosa se convirtió en fiera y salió tan pronto de mi vida, que no recuerdo bien, si alguna vez siquiera contestó mi pregunta. Así fue como decidí concentrarme en lo importante que es crear un futuro. Un futuro con mujeres de medios tiempos y vidas sin concretar.

Romina temo decir fue y será la única mujer a la cual le hubiese dado mi tiempo sin pensar……Eme en el café del parque ¡Vaya no logró recordarla!

Tomando su portafolio, se dirigió a la sala de juntas. Allí ya lo esperaban sus empleados.

VII

-Buenos días, señorita Rodas, le damos la bienvenida a Editorial Goodwill. Le presento a la señorita Velver Mendez y claro al señor Goodwill. La dejó y espero que tenga una semana inicial fenomenal. – se despidió Tomas Rendón

-Muchas gracias señor Rendón, gracias por todo.- contesté amablemente

La señorita Mendez se acercó amistosamente dándome la mano, no sin aprovechar el observarme de arriba a abajo.

Eme traía un traje sastre de falda en blanco con una blusa azul de seda, todo se veía muy elegante, pero para un trabajo de secretaria del director le pareció a Velver algo provocador. Aunque en realidad, Eme en jeans se vería igualmente provocadora. Su larga cabellera dorada que entonaban casi angelicalmente con sus ojos miel.

Eme era en realidad muy bella- pensó Velver. Y aunque conocía a José desde hace casi diez años. No se lograba imaginar que la hubiese escogido por su aspecto… En fin, algo había detrás. Por qué crear un puesto para ella, la dejo pensativa.

-Hola mi nombre es Velver, como vamos a trabajar juntas pues estaría bien tutearnos, es lo que hacemos aquí en la compañia ¿verdad, José?

José parecía anonadado con la presencia de Eme.

Eme se llegó a sentir incomoda – pensando que quizás su atuendo. El que había escogido junto con su madre durante horas, al final no hubiese sido el indicado.

-Perdón, Velver se me adelanto- sonriéndole a Velver, casi agradecido de no confesar un secreto – A mi puedes llamarme José. Yo soy tu jefe directo, pero Velver se encargará de ponerte al tanto de tus obligaciones, tus competencias y por supuesto de las cosas importantes como son; las vacaciones, la cantina, la hora de salida etc…
Estudiaste Literatura Alemana ¿cierto?

-Siempre me interesaron los filósofos alemanes es por ello que decidí estudiar lingüística alemana.

-Bueno, ya habrá tiempo de platicar.

-¡Me encantaría! – contestó sin pensar con quien hablaba.

-Claro habrá una oportunidad Eme, de eso puedes estar segura. En fin, te dejo con Velver que tengas un buen comienzo de semana y que te guste aquí con nosotros.

Velver por cierto: ¿ya tienes los contratos para el fantasma Nocturno?

-Si, José, están en tu oficina ¿Vendrá a vernos?

-No, se los enviaré a casa, ya sabes, es un escritor muy huraño y ermitaño.

-Avísame cuando los hayas firmado, para reenviarlos. -contestó Velver, amablemente

-Dale este escritor a Eme, así tendrá a alguien desde el principio

-Está bien, José.

Velver no pudo evitar desilusionarse, este autor aunque todavía no había podido corregir nada de él, se decía que podría ser el bestseller que estaba esperando la editorial. En fin, José sabrá, cuál es la mejor opción para la empresa.

……

SINOPSIS

Una historia de amor contada por Emeteria y algunas veces por José. El relato se envuelve en los cuentos de amor de un escritor llamado en la redacción como el fantasma nocturno y los propios recuerdos de amor de los dos protagonistas. Eme es hija de los dueños del café del parque, donde Eme con dieciocho años conoció a José. Quien cinco años después se convertiría en su jefe en la editorial Goodwill y con quien vive un gran amor.

El fantasma nocturno (extravagante, ermitaño y alejado de este mundo real) se empieza a relacionar con la joven Emeteria a partir de sus escritos, mostrándole un mundo emocional muy rico, que empieza a atraer en definitiva a Emeteria más allá de lo profesional.

El Climax llega cuando Eme conoce al fantasma nocturno y vive con él un mes en las montañas de Austria, recibiendo el final de su novela.

Qué enseñanzas trae a su vida el fantasma nocturno.

Quizás a su regreso la relación con Jose no será la misma, porque la relación con ella misma a cambiado.

En un mundo donde la tecnología abraza nuestras vidas, donde el éxito esta dado por lo que puedes adquirir. El fantasma nocturno le enseña su experiencia, desarraigado del mundo material, pero adherido al flujo de la vida.

Eme lográ ver su vida desde otra perspectiva con esta experiencia, así como la perspectiva del que va y toma café en un lugar y aquel que atiende en el café.

Este contacto en definitiva le da la confianza de acercarse a su vida de otra forma, sin miedo.

Eme y Jose teniendo una diferencia de edad de mas de quince años, no es tanta, hasta el momento en que Eme toma responsabilidad de ella misma.

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