De camino a clase, se topan con otro de aquellos carteles. Están por todas partes.
—¿Te has fijado en ese cartel?
—¿Lo conocemos?
DESAPARECIDO: Tobías Fernández Curias. 13 años. Visto por última vez el día 6 de febrero 2021 en Fuentinieblas. Por favor, ayúdanos a localizarlo.
La cara les resulta familiar. Es de su misma edad, pero parece todavía un niño. Quizás sea el hermano de alguno del colegio, o algún pringao con el que se han cruzado alguna vez en el parque o dando una vuelta por el barrio.
—No sé, ahora que lo dices…
Continúan andando hasta el colegio y se olvidan del asunto. Tienen cosas más importantes que hacer.
Pero justo después del recreo, ven a la jefa de estudios asomarse por la puerta de la clase. La profesora les pide que presten atención porque tienen que decirles algo importante.
Los padres del niño desaparecido piden ayuda. Es un alumno de segundo de la ESO del María Mazarrón. Eso explicaría que les suene la cara. Es posible que lo hayan visto a la salida de clase, cuando van a buscar al Tobas. Es casi seguro que el Tobas lo conocerá. Con esa cara de niñato, seguro que es un pringao.
Al salir de clase corren a buscar al Tobas. Los de segundo de la ESO ya han salido. Bajan por la cuesta hasta el parque. Los skaters se deslizan por la pista, abajo, arriba, salto, pirueta. Con los pantalones caídos y el pelo rapado. Allí está el Tobas
—¿Lo conoces?
—¡La profesora nos ha dicho que los padres serán generosos!
El Tobas se vuelve y los mira. No entiende de qué están hablando. Se da la vuelta y echa a andar. Tiene cosas más importantes que hacer.
Cuando llega a su casa, su madre está en la cocina preparando la cena. Le oye entrar, se asoma al pasillo. El Tobas pasa de largo, patinete en mano, se dirige volando hacia su habitación, y ella solo puede verle el cogote. No dice nada. No se atreve. Vuelve a entrar en la cocina con las manos metidas en los bolsillos del delantal, con la intención de seguir dando forma a las croquetas, pero le fallan las fuerzas. Saca la foto del delantal y se queda mirándola fijamente.
No es él, no es su hijo. El Tobas es un extraño, que se ha llevado a Tobías.
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