Debo asesinarme.

Observo, con una racionalidad que nace de mí, todo lo que acontece a mi alrededor.

No pedí ser así. No quiero ser así. Me duele mucho el voltear con esperanza pero sin sentirte al fin. 

La banqueta, la calle y el semáforo en un mismo encuadre se tornan depresivos por que no te veo ahí.

Quiero ser querido de una manera específica. Me gustaría tu obsesión conmigo. 

En una etapa mas temprana, todo parecía diferente. Inocente, me creé escenarios en los que ambos somos el indicado para el otro, al menos así lo fue hasta que las circunstancias apartaron nuestras personas. Tu juras día con día que tu amor es sincero pero, ¿Por qué me siento tan mal? 

Me siento culpable por querer más de ti. Pisoteas una inocencia imaginaria a la que me aferro, inocencia que dice que me das todo de ti, porque desde tu pensar tu haces lo posible y todo lo que está en tu poder para que yo no me sienta ignorado. Inocencia ciega a la que me aferro, me trato de convencer a mi mismo de que soy yo el que está mal, más este sentimiento no cesa. 

Esta inocencia, que pretendo mantener conmigo día con día para que lo nuestro no termine, me ciega por completo. El daño que me hago a mi mismo pensando en que tal vez soy yo el que exagera tu indiferencia es inmerecido. Mi inocencia por querer que seas tu con quien haga mi vida se siente como un hachazo al cuello cuando se topa con la realidad de que no estás presente, con la realidad de que no te esfuerzas para ahorrarme una gota de sufrimiento. 

Mi inocencia está muriendo. La inocencia del querer ser querido se está acabando. 

Me abro a ti para ver si algo puedo cambiar, al ver que no pasa nada trato de convencerme de que soy yo el dañino. 

Simplemente tu no quieres como yo requiero ser querido y aunque te lo digo, aunque te imploro, volvemos a lo mismo. 

Sería injusto condenarte por simplemente ser diferente, cuando la culpable es la inocencia de querer estar equivocado, mas mi sentimiento no flaquea. 

Tal ves, simplemente, yo no sea para ti y tu no seas para mi. 

Tendré que asesinar a este niño, a esta inocencia que lo único que quiere es ser querido.

Y aun así, lo creo plenamente, tu eres la que en verdad es completamente inocente.