Escalones de madera… 
Perder la inocencia- Siempre lo mismo con vos, siempre que llego haces lo mismo. ¿Por qué no me dejas en paz? ¿Por qué no me dejas tranquilo? Llego de trabajar, necesito descansar. Lo único que quiero es sentarme a mirar televisión, tomar una cerveza y acostarme, pero para vos eso no, siempre estás ahí rompiéndome las pelotas, siempre con quejas, con que necesitas esto, necesitas aquello. ¿Por qué siempre me haces lo mismo? Todas las tardes que salgo del trabajo y llego a mí casa es lo mismo, siempre es lo mismo. Déjame en paz una sola vez, por favor te lo pido déjame de joder. Y este pendejo de mierda que vive llorando por todo. ¿Ahora qué mierda tiene? Si no es el oído son los dientes, si no son los dientes, tiene alergia y siempre así, siempre debe tener algo. Como me hincha los huevos que sea así. ¿Por qué no haces que se calle? Mujer, por favor necesito paz, llévatelo a dormir o no sé, hace algo para que termine de llorar ya mismo, pendejo de mierda. Si no lo haces, me voy a levantar y ahí sí va a llorar con mucha razón y con ganas, porque la paliza que le voy a dar ni se compara a las palmaditas tuyas, y, vos sabes muy bien de lo que estoy hablando. Hace que se calle ya mismo, lo van a lamentar los dos, no me importa que tenga un año y medio o dos, lo van a lamentar. Sí, salgan, váyanse capaz que con el frio que está se calma y vos también, así me dejan de romper tanto las pelotas. Antes me pasas la cerveza, más te vale que esté bien fría, porque antes de irme a trabajar te dije: “no la dejes en la heladera, tipo dos y media de la tarde o tres, la pones en el freezer”. No quiero tomar una cerveza caliente, no hagas que me enoje más de lo que ya estoy. ¿Por qué siempre haces que me enoje? No seas tan estúpida mujer.
- Basta padre, cálmate, ya déjala en paz a mamá y cerra el ojete, sabes muy bien que ella ya no se encuentra con nosotros hace muchos años. Cállate, toma tu cerveza, y, por favor, cerra bien el orto… Ah, deja de rechinar esos putos escalones.
- Perdón hijo mío, perdón, es que la extraño un montón, sin ella no soy nadie.
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