Mi padre colgó el majestuoso y caro reloj de pared que acababa de adquirir en la tienda nada más llegar a casa. “¿A que es bonito?”, nos dijo colocándonos a mis hermanas y a mí en fila delante de su reloj.

—¡Tócalo! —le dijo a mi hermana mayor, la primera de la fila.

Margarita se giró hacia nosotras y después se volvió hacia nuestro padre sin moverse del lugar donde se encontraba.

—¡Venga, tócalo!

Mi hermana dio unos pasos dubitativos hacia adelante. Mi padre hizo un gesto afirmativo con la cabeza y señaló el reloj. Mi hermana alargó con timidez su manita y, con su pequeño dedito, rozó uno de los brillantes cilindros dorados que colgaban de la caja del nuevo reloj. Entonces mi padre, agarrándola del brazo, le propinó dos sonoros azotes en el trasero y la sacó de la fila llorando desconsolada.

Mi otra hermana y yo continuábamos en ella delante del reloj y, con lágrimas en los ojos, nos removíamos inquietas.

—¡Ahora tú! ¡Tócalo! —le dijo a mi hermana Rosita

—No quiero

—¡Tócalo te he dicho!

Rosita se acercó obediente al reloj con el cuerpo tembloroso y los ojos inundados en lágrimas. Apenas tocó levemente con su dedito el cilindro que instantes antes había rozado mi hermana mayor, cerró los ojos con fuerza. Nuestro padre, alzándola del suelo, le dio unos fuertes azotes y la colocó junto a Margarita.

Ambas lloraban entre hipidos y mocos.

—Solo quedas tú. Tócalo.

—No papá. ¡No lo quiero tocar! Por favor, papá, no me pegues. No lo tocaré; te lo prometo. Pero no me pegues, por favor, papá…

—¡Que lo toques te he dicho! —me gritó mi padre al tiempo que me cogía del brazo y me empujaba hacia el temido reloj.

Sus dedazos atenazaron mi piel y yo, llorando y pidiendo clemencia como si estuviera ante la mismísima silla eléctrica, no cesaba de repetir que no me pegara estirándome hacia atrás sin conseguir alejarme ni un milímetro, hasta que mi frágil cuerpecillo chocó contra su reloj y él me propinó los correspondientes azotes mientras yo, presa del pánico, agitaba las piernas en el aire y dos cálidos ríos fluían sobre ellas.

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