El abuelo de María falleció en Madrid el 30 de marzo de 2020 a causa del Covid-19. Aquel día, el mundo se desmoronó para ella. Sin embargo, unos días antes de morir, Tomás le escribió una carta a su nieta desde el hospital:
«Querida María,
Sé que estos días me echas mucho de menos (yo también a ti). Lo que sientes es tristeza. Es normal que quieras llorar a veces, estar en silencio o que no tengas tantas ganas de salir y jugar con tus amigos como antes. Pero cada noche, antes de dormir, mira a las estrellas y piensa en mí. Te darás cuenta de que sigo vivo en tu corazón, como tú lo estarás siempre en el mío. Nunca olvides la suerte que tienes por estar viva en este preciso instante. ¿Te acuerdas de cuando jugábamos a imaginar todo cuanto había tenido que ocurrir para que tú nacieras? Tú me decías que, tan solo con que uno de tus tatarabuelos no se hubiese atrevido a invitar a bailar a tu tatarabuela, entonces quizás ya no habrías nacido. ¿Y cuando me leías tu cómic favorito, en el que Charlie le decía a Snoopy: «Un día nos vamos a morir» y él le contestaba: «Cierto, Charly, pero los otros días no».
Sigue adelante, pequeña. Sigue creyendo que todo es posible. Viviendo sin prisas. Contando estrellas y cantando bajo la lluvia. Haciendo castillos de arena y caminando descalza por la hierba mojada. Pinta, salta, baila, lee, abraza y sonríe siempre.
No estoy lejos, cariño, tan solo a la vuelta del camino. Te prometo que algún día la vida nos volverá a encontrar. Nunca olvides que, allí donde estés, tu abuelo te protegerá siempre.
Gracias por el camino compartido, María.
Te quiero mucho.
Tu abuelo Tomás».

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