El mundo de Alberto

Categoría: 6º primaria

Érase una vez un padre y una madre que tenían un hijo, pero no tenían dinero suficiente para mantener a la familia, entonces decidieron llevar a su hijo a un orfanato cuando solo tenía medio año. Lo dejaron delante de la puerta del orfanato con una nota que decía su nombre y apellidos: Alberto Gazolaz Beraza. A lo largo de los años, Alberto fue creciendo, pero en el orfanato un grupo de niños le hacían bullying. Un día Alberto estaba tan triste que decidió irse del orfanato. El primer día fue por la calle buscando un buen sitio donde dormir, pero el mejor sitio que encontró fue un contenedor de basura. Se quedó ahí durmiendo durante la noche y pensó que al día siguiente buscaría un mejor sitio donde dormir. Alberto se despertó, buscó algo en el contenedor para comer y empezó a caminar por la calle cuando de repente se encontró a un policía luchando contra un ladrón que acababa de robar un banco. Se quedó observando como luchaban hasta que los dos dispararon a la vez: el policía disparó con una pistola táser al ladrón y le dio en el pecho inmovilizándolo, a la vez que el ladrón disparó con su pistola al policía hiriéndole en el muslo por lo que cayó al suelo. El niño fue corriendo a ver qué tal estaba el policía y vio que le sangraba el muslo. Con gran valentía le apretó la herida y le dijo a alguien que pasaba por la calle que llamase a una ambulancia. En la placa del policía ponía Carlos Gazolaz y sospechó que podría ser su padre. La ambulancia llegó rápidamente y Alberto acompañó al policía a ver si se recuperaba. Al final consiguieron quitarle la bala y salvarle. La mujer del policía estaba ahí y Alberto, aprovechando, le preguntó su apellido y respondió, Beraza, ¡eran sus padres! Hicieron una prueba de ADN que lo confirmó y Alberto agradeció haber ayudado a aquel policía. Su padre se dio cuenta de que, por muy pequeño que seas, puedes hacer cosas muy grandes.