La Creación.

Me presentaré: Yo soy el que soy, inventor de palabras.

Estaba aburrido; así que abrí los ojos, chasqué un dedo e inventé la palabra luz. Aquello era un caos y me puse a ordenar aquello. 

Creé la palabra noche y la palabra día; ya estaba mejor la cosa.

Un ratito me llevaron las palabras cielo y tierra, pero nada del otro mundo. 

Como tenía sed inventé la palabra mar, pero me pasé con la sal y tuve que crear la lluvia.

Árbol me costó un poco ya que dude en hacerla llana o aguda. 

Fiera, ganado y ave fue una inspiración divina y como tenía el colesterol alto se me ocurrió pez, para realizar una dieta variada.

Me sentí orgulloso de mi mismo así que inventé la palabra hombre, que era casi casi como yo. Esta palabra no me quedó muy bien ya que se aburría a pesar de que la hice dueña de todas las demás palabras; así que creé mujer. 

Como estaba cansado y era Domingo me dediqué a no inventar más palabras. Observé todas las  que había inventado y vi que todas estaban bien hechas; así descansé.

Tengo la impresión de que esta paz no va a ser duradera; seguro que viene alguien, inventa la palabra manzana… y ya tenemos el lío montado.