Ponzoña
Desde el fondo del pozo se vislumbra tenue la luz de una vela. Y nado hacia ella. Ahuyenta las espesas tinieblas que anquilosan mis piernas y rompen mi esternón. La luz es fiebre, frenesí, fasto. La bola en el estómago, el pavor de la entraña. Pronto, en el vértigo siento la garra sólida de la...