La melodía del dios Pan

   ¿Ya vieron como esta de hermosa Selene está noche?,apreciar su hermosura es saber hundirse en las maravillas nocturnas y en el mismo manto oscuro y lo más deslumbrante y maravilloso es que Selene, nos ilumina y nos muestra su hermosura cada noche y más cuando su ciclo está a punto de terminar, en ese momento los amantes de la fría noche se pierden en su completa hermosura, el cual es un aviso.

   El aviso consiste en dar a conocer que se acerca un nuevo ciclo estrellen tino, que se reflejara a las orillas del Nilo y pues ya concluido este esplendoroso ciclo, ella deja una huella en un fanal de estrellas que al amanecer se despide dejando su incandescente huella.

   En esta noche esta por dar comienzo el final del ciclo estrellentino que se reflejara a las orillas de Nilo, en el cual Selene se prepara para dejar su incandescente huella en el hermoso fanal de estrellas, que al desaparecer deja su huella, las estrellas se alinean, los astros anuncian la llegada del ciclo, el manto oscuro es invadido por las nubes que son arrastradas de las tierras lejanas del oriente por el frió viento, el cual hace que las hojas de aquellos grandes árboles caigan y decoren el suelo agrietado el cual se encuentra clamante por la hermosura del color marrón que dejan las hojas.

   Y las ninfas se reúnen alrededor de las aguas de aquel río resplandeciente, para escuchar las hermosas melodías de Pan el cual da tributo a la hermosa Selene y he aquí el dios Pan, el cual domina los bosques da comienzo a su melodía, y las bellas ninfas comenzaron a ver como las aguas de aquella fuente comienzan a tomar formas de animales, de centauros y de otras criaturas, y las mismas aguas cristalinas parecían que bailaban al son de aquella melodía.

   Las ninfas comenzaron a sentir pesados sus ojos y tal como si fuera un hechizo su cuerpo comenzó a danzar sin cesar, llevándolas pan hipnotizadas por aquella hermosa melodía. Llevándolas danzando como si fuera un hechizo al santuario de Selene, la cual miraba como las ninfas danzaban sin cesar por la melodía.

   Pues Pan no tenía la culpa ya que los mismos dioses le habían otorgado esa habilidad a su flauta, diciendo el dios Pan las siguientes palabras: “He pues aquí se garantiza que la música engaña a la mente y la poesía al corazón”.