Te concibo cada flamante día.

¡Eso le brinda sentido a mi vida!

De tal forma rechazo tu partida.

Tus palabras, eran mi melodía

Una fascinante razón de peso…

dicta que aunque no te encuentres presente…

y solo sea en mi turbada mente:

yo, cada inédito día te beso.

Pues cada día conviertes mi humor.

¡Que tan punzante y escabrosa dolencia!

Sobrellevando una pena inhumana.

En conjunto, eso genera tú ausencia,

y puedo soportarlo por amor,

porque sé de tu presencia cercana.

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