En el afán de ayudarte a hilvanar las ideas, para sellar los recuerdos
que tu anciana mente se empecina en borrar,
me encuentro con los auténticos momentos que marcaron tu vida.
Ahí brotan los pequeños detalles, los más significativos, los que forjaron
tu personalidad.
¿Será tan importarte tejer un correlato racional y cronológico de tu historia personal?
Si lo irrenunciable es el amor, que está intacto, que te conecta, que nos conecta.
Este invisible lazo me mantiene unida a tu madre, mi abuela, que ya no está; me vinculará siempre con vos, me conecta con mi hija y enlazará a ella con su descendencia, si el árbol decide dar frutos.
Dar y recibir amor es el legado de este racimo de mujeres; que fue y va sanando sus heridas en cada nuevo peldaño.
OPINIONES Y COMENTARIOS