La cena y la pobreza

LA CENA Y LA POBREZA

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Solo la cena y la pobreza me acompañan,

rica noche en medio de la supervivencia.

¡Cenáis conmigo o no cenáis!

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Por favor, acompáñame en aquel lugar.

Acompáñame en mi pobreza a cenar.

Demuéstramelo si realmente me amáis.

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Lugar donde los seres místicos no van,

pero el amor es totalmente incondicional.

Lo bello está también en lo simple.

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Cenar mantiene mi alma en este cuerpo mortal

y me llena de nuevas energías al despertar,

aunque crean que mi vida es terrible.

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Nunca me falta la cebolla, ni la carne,

y un aceite de oliva para decorar,

además de ajos, bananas y tomates.

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Sonrisas bellas que adornan la miseria.

Sitio al que no falta nunca la amistad,

la cena y la pobreza.

PENUMBRAS

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Calma que apacigua el fuego.

Fuego que forma las dunas.

Tan oscura es mi silueta

condenada a las penumbras.

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Vislumbro una luz serena

en el centro de mi cárcel

que despierta mis recuerdos

de apetitos insaciables.

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Mis penumbras de la noche

que crecen por la mañana,

llenan cada parte de mí

de sombrías madrugadas.

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Quiero ser cual ave fénix

de feroces aletazos

que reina sobre los vientos

y en el cosmos paso a paso.

BRISAS

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Entre copas de árboles

y entre pétalos caídos,

sopla cálido las almas

sobre el extenso infinito.

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Suave brisa entre paisajes

cual sin fin sobre las almas,

cuyo hábitat es el aire

de moléculas cargadas.

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Brisa inmensa y omnipresente.

Brisa suave o azarosa.

Me calmas crecientemente

cual sopor de la amapola.

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Brisas que pintan mariposas.

Brisas que adornan tu mirar.

Brisas que elevan las rosas

de tan extensa luz boreal.

MI NOVIA ES UNA SIRENA

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Siento el encanto de aquella muchacha,

que sin saberlo se convierte en humana,

al ocultarme el haz de su secreto.

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Secreto que atraviesa tenue los mares,

cual olas cálidas de mar incesante,

al atravesar la gloria de su lecho.

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Pero llega de sorpresa el anochecer,

y en ella los mares hasta el amanecer,

mientras un secreto me revelaba.

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Mi novia es una sirena de mitológica belleza,

que de día es mujer de esbelta silueta.

Silueta que me orna fiel y apasionada.

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Adornando las calles de Cartagena.

Elevando en trazos los granos de arena

cual gotas de rocío en la madrugada.

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Reina la noche con su tierna belleza.

Soy su marinero y ella mi doncella,

sintiendo el hechizo de su mirada.

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Vivaces recuerdos de estrellas fugaces;

llevas la gloria desde lejanos mares

en busca del esquivo sol de verano.

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Pero adicto soy al frescor de su tesoro.

Regalo de dioses; música de coro.

Cual toque de son; cual licor añejado.

COMO CAPITAN; COMO MARINERO

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Soy el capitán que recorre tus penas

cual auroras en el fondo del mar.

Soy el marinero que anda tus llantos.

Lágrimas que inundan la dehesa.

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Eres el aroma que orna las bayas.

La que extraño en mis madrugadas

sobre mares de vastos problemas.

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Como capitán; como marinero,

decoro tu vestido de azul,

de playa, de sol y de arena.

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Tierra movediza y de agua salada,

¿Cómo me libro de tu presencia

y de tus intensas madrugadas?

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El día brilla como los átomos;

como los cantos de sirena.

Como capitán; como marinero,

condenado a la guía de las velas.

JUVENIL BELLEZA

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Mi vicio es su ser y su juvenil belleza

que adorna las nubes de dorada realeza,

mientras dota de luz al extenso cielo.

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Cristales adornan su corona demente.

Mirada coqueta de bella adolescente

que besa con su rubor sobre los vientos.

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Su belleza es cual postre ornada de cereza

que consumo hasta extasiarme de su néctar,

entre noches oscuras y sábanas blancas.

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Su tierna sonrisa elimina mis lamentos,

y su suave piel de caricias y destellos,

tan pasional que se enciende y se desata.

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Su voz delicada me susurra al oído,

colmando mi sangre de éxtasis y delirio

al explorar sus rincones y cavidades.

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Cada noche ostento su juvenil belleza;

su picara mirada que tanto embelesa,

y su sonrisa cual centello de diamante.

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Le quema mis besos y caricias de héroe.

Me quema sus besos y caricias de amante.

LLUVIA VA, LLUVIA VIENE

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Lluvia va, lluvia viene

provocando una tormenta.

Furia de granizo y nieve

de ausente primavera.

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Cruzando leve los astros,

la lluvia y los cometas.

Chocando entre los diluvios,

los mares y la arena.

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De lejos la lluvia empapa

al sopor de un sol cálido.

Lluvia atrae tan insistente

aguacero fuerte de mayo.

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La intensa sed desfallece

cuando viene la tormenta.

Abundancia de camarón

que engrandece las represas.

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Frío acompaña la lluvia

cual acordes de invierno.

Incomodando mis ganas;

incomodando mi aliento.

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Lluvia de rocío fresco

como la piel de una dama,

que apacigua los ardores

y me adormece en mi cama.

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Pero es imposible evadir

su rumor desde la nada,

su pecho de instrumento

y su armonía delicada.

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Aunque el manojo de neblinas

llena el renaciente aguacero,

mojando el aire y lo que toca,

fregando las calles y el suelo.

YA NO PUEDO SOPORTAR

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Mi vida es cual diluvio

que en su furia me ahoga.

Es cual lluvia incesante;

cual veneno en mi boca.

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Tortuoso y lento fuego

de tardía agonía.

Silencioso recuerdo

que custodia mis días.

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Ya no puedo soportar

esperar que escampe.

Ya no puedo soportar

mi ser agonizante.

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Este fuego insaciable

estremece mi calma.

Ya no puedo soportar

luchar contra mis ganas.

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Sensación tan molesta,

invierno frío y amargo.

Floto sobre tormentas

de diversos estragos.

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Ya no puedo soportar

mis agrias soledades.

Sombríos espíritus

de vientos colosales.

TE GUSTA Y TE ENCANTA

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Te gusta y te encanta

cuando más y más te asedio.

Ante mi presencia bramas

por sentir mí veneno.

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No hay ausencia enemiga

porque muero en tu lindeza,

cuando hierven tus suspiros,

cuando cazas como hiena.

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Te gusta y te encanta

cuando recorro tu alma.

Está gustoso tu perfume

y tus ansias me abrasan.

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Sacio el fondo de tu furor

que contagia tu fragancia.

Llenas mi cama de sudor

cual frescura de tu magia.

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Te libero de tus ansias

que te pueden traicionarte.

Te libero de tu rabia

en los tiempos de gozarte.

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Pruebas con placer mi salsa

gozando entre tu baile.

Savia que endulza mi cama.

Cama que gusta probarte.

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Ansío tanto saborear

este delicado cuerpo.

Juro que te llevaré

a los confines de los cielos.

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Con placer me alcoholizo

embriagado en tu fuero.

Tú eres reina y me tomas

con tus manos de hierro.