INMINENTEMENTE

INMINENTE fue siempre nuestro encuentro

Mas al tiempo debimos respetar linaje.

Apresuramos a horcajadas un destino

Sin dar tregua a inciertos sentimientos.

Muchas piedras en mi camino hallaba

Que apartaba con furia desmedida

Sin valorar los quilates que cada gota de sangre derramada

Aportaba a mi vida en experiencia

Hoy me encuentro unido a ti en lo eterno.

Sin visos de crecer en esperanza.

Mi alma llora y un terrenal cuerpo extraña.

Lo efímero no tiene ya sentido

Ni en los sentidos encuentro ya un deleite.

Si te abrazo no tengo ya su aliento

Ni tu cuerpo en su calidez me arropa.

Tu amor prometiste sempiterno

Pero caducada mi Fe desquebrajaste.

No escucho de las aves trino alguno

Ni del rio su libertad añoro

No espero el ocaso cada día

Reposando en el alféizar de los pechos de mi amada.

No escucho ni un suspiro enamorado

Ni el dulce aliento que embelesa mi regazo

Mis dedos no absorben más dulzura

Al perderse enredados buscando en su cabello una alborada.

Tu promesa cumpliste al hacerme eterno

Sin darme opción de entender lo ya signado.

Añoro el petricor y el conticinio

Y a la luz de la luna llorar ilusionado

Efímero el dolor también extraño

Pues mi ser no busca ya un escaño

Ni alegría ni éxtasis me embargan

Huyeron de mi ser muy de temprano

Oh falaz ser que con engaños

Me robaste lo recibido como el mejor regalo.

De mi alma te adueñaste con engaños

Usurpando los recodos de mi mente

A mi vida truncaste los peldaños

Aprovechando la falacia de lo ya INMINENTE.