ME INVADES
Esperas ese encuentro
que se produce a diario
Me aterra tu risa diabólica,
tu persistencia inalterable
Sumerges mi mente
en esa ciénaga oscura y pegajosa
Pero siento la necesidad de ti,
A fuerza de pasado y compañía
Tus pregones son el murmullo
Infame al que me acostumbraste
Y desoírte no puedo, porque
cual tirano jactancioso
me mantienes atrapada
Porque esas palabras en ti
como dardo envenenado
Siguen tentando burlonas
cumplir en llevarme al otro lado
Dónde otras sombras derrotadas
me contarían sus miserias
Me tomas sin preguntar
Me invades sin dudarlo
Porque hay algo en ti que no domino
Porque si lo hiciera perecerías
Sólo el letargo onírico me rescata
Pero bien sé que volverás al alba.
MI NIÑA DE CRISTAL
Pueden llamar dulce melodía al canto del gorrión,
a la caricia acompasada sobre las cuerdas plateadas del laúd
o al sonido de la espuma besando las arenas.
Pueden decir que no hay gloria mayor que el primer rayo del alba
o la luna enamorada de noviembre
o el reflejo del sol sobre las rosas de jardines de ensueño.
Pueden desear el embriagante sabor de las cerezas del verano,
o el aroma de jazmines en los cercos enlazados
o la suavidad del césped en los pies descalzos.
Pero yo sé que no hubo más dulce melodía que la de tu primer llanto,o nada tan glorioso como el primo rayo de luz que tus ojos abrazaron, nada más embriagante que la suavidad de tu piel en nuestra amanecida caricia.
Yo sé que no hubo dolor más grande, ni miedo más profundo que cuando encerraron ese dulce llanto, esa mirada asustada, esa piel inocente en tu caja de cristal.
Yo sé que nunca hube de sufrir pena igual como cuando por los pasillos impolutos te llevaron, en tu caja de cristal…mi dulce niña…mi niña de cristal.
LA CULPA
¿Qué amas? preguntó la niña
la anciana hilaba cien hilos de plata
¿Amas acaso el fresco del alba?
La anciana distaba mirar la ventana
¿Amas la llama que crepita alada?
La anciana entre velos enclaustra su alma
¿Amas la música brotar de las ramas?
La anciana en sollozo rezaba sus mantras
¿Amas de dulce la fruta soñada?
La anciana sucumbe a su boca vetada
¿Amarás la parca cercar tu morada?
Siniestra, la sombra, sus pieles helaba
No sabes, no dices, más yo sé que amas
Tú, amas la piedra que llevas atada
la música lánguida de antiguas desgracias
el sabor amargo del vuelo truncado
el gélido abrazo del camino errado
amas esa sombra mostrando el fracaso.
No ames espectros que llevas anclados
arroja la piedra, libera el pasado,
que las aves cantan y ya es el ocaso.
IRREMEDIABLE
Te perdí en el páramo olvidado
De mis antiguas tardes de penumbras
Cuando acechantes las sombras mortecinas
Lamían los contornos de la dicha.
Te olvidé en la marcha del cronopio
La impunidad del caminar de sus agujas,
Metástasis del alma es la rutina
Sentencia sin piedad ni hipocresía
Te enterré en el viejo diario de promesas
Y el destino se mofó de los proyectos
Y se hundieron nuestros pies en los fracasos
Y los Dioses nos negaron sus milagros.
Te robé los retazos de una vida
Codiciosa de experiencias anheladas
Y no acercas, ya, tu mano mutilada
Sabiendo que la guerra está perdida
PERDÓN
Punzante me corta del reloj, su arena,
Cada grano opaco lacera mi herida,
El tiempo no para, el tiempo no gira
Soy quien llora el ave
Sin querer herida
Herí con mi mano, herí sin motivo
Y en la culpa caigo triste a los infiernos
El perdón pregono desplomada al suelo
Porque ya aquel tiempo no puedo volverlo
NUEVOS BROTES
Suelto pensamientos, cual aves rompen en vuelo.
Que migrando estallan en negras tintas chinas
Y esparcen sus miserias de antiguas agonías
En cielos sonrojados de tardes devenidas
Dios sabe, hube sombras caminando mis días
Condené a eternos claustros, retazos de ésta vida
abandoné, al alba, mis sendas enmohecidas
Por ánimas que ataron mis breves pies de niña
No temo tu visita, tu caricia, tu aliento en mi mejilla
no esgrimiría pretextos amparada en mis heridas
porque en tu juego mis reglas no han de tener valía
Más revocar mi anhelo, espero me permitas
Se funde el espectro al calor del nuevo día
Descubriendo primos brotes sobre la rama vencida
Verdes trazos de esperanzas hoy danzan melodías
Y melancólico el árbol veló sus raíces marchitas
Cuándo me he de ir, tu designio es quien dicta
pero he de rogarte, en horas de mi partida
Ni cielo, ni paraíso, mi alma será semilla
En mis brotes dormiré, en sus miradas tranquilas, en sus caricias y sus manos encontraré nueva vida
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