Rizomas de lo etéreo

Rizomas de lo etéreo

Cenizas del olvido

Acaso lo humano fue algo más que un fugaz suspiro

fenecida voluntad que habita ya en las entrañas del mundo

materia que ha transitado del opus nigrum al olvido

Una exigua sombra en un ad eternum profundo.

***

Ya no hay ojos que admiren los insignes monumentos

de un tiempo pretérito al que le arrebataron la conciencia

ni la esperanza o la fe habitan ahora los cuerpos

no se erigen más las moradas de la execrable sapiencia.

***

El cielo ha sido despojado de su gloria y sus dioses

de los soldados no quedan más que las fosas no comunes

y la nada revela su grito más potente que mil voces

en ese campo que otrora fuese de edictos inmunes.

***

Ha sido enterrado el latín y también el esperanto

el gavilán estriado alza su vuelo victorioso

mientras la arena oculta las últimas huellas del espanto

posa la esfinge dorada en el pantano fastuoso.

***

Ya las barcazas hundidas suspiran por otros tiempos

y la ceguera del arce se posa sobre el horizonte encendido

ya las estatuas no habitan mezquitas ni templos

mientras tesoros preciados se hunden en un mar urdido.

***

Los pergaminos de Augusto ya son ahora cenizas

las transacciones humanas son un valor ya ficticio

y los ecos de una civilización resoplan en las cornisas

espectros de una especie cuyo don no es vitalicio.

***

Ni Grecia ni Roma están ya en boca de ilustrados

y de las antiguas gestas el viento nada recuerda

y la sustancia del alma es devorada por los gusanos

y las batallas de otrora ya la memoria lamenta.


Promesas rotas

Te prometieron jardines de lirios y cerezos

Y has andado por rastrojos y barrancos

Te prometieron mil sonrisas bajo la lluvia

Y mil tormentas han refregado tus lágrimas.

***

Soñaste ascender por las rutas de los arcanos

Y los laberintos de la alquimia y el oro

Pero has besado los caminos de cobalto

Y el carbón ha escondido por completo tu rostro.

***

Soñaste con un alma mirífica y prodigiosa

Y el desierto en tu corazón se abrió camino

Soñaste que la sabiduría besaría tu frente

Pero el mordaz instinto ha escupido en tu cara.

***

Anhelaste ser un ángel alado para divisar tus dominios

Y en cambio has visto a Polifemo

Que ha secuestrado tu corazón

Y te ha hecho arrastrar por senderos espinosos.

***

Anhelaste aromas a jacintos y peonías

Perfumes de nardos y jazmines

En cambio, la miasma de la desolación

Ha inundado tus fosas

Ahogando tu vida en irritante monotonía.

***

Y, sin embargo, las cigarras aún cantan para ti

Y el verdor de los Andes y el clamor de la sierra

Te susurran dulces cadencias

En la lejanía de tus días.

***

Y los versos aún no hechos te esperan

Anhelantes de mil sentidos díscolos

Y los días te toman de la mano

Sin reclamos ni aciagas esperanzas

Y las doncellas invisibles danzan zalameras

En los recaudos infinitos de tus horas.

***

Y millones de formas coetáneas

Se dibujan por sí solas ante tu pasmosa mirada

Y la vida arde fragosa en el precipicio de tus pensamientos

Que son la fría bruma de la mañana

Y el almizcle te espera en la vasija

Que no es más que evidencia de la obra semejante.

***

Y el rocío que levita las alfombras

Que en sueños caminas abatido

Refresca tus pasos desconocidos

Y besa tus talones arañados.

***

Y la vida, la vida misma

Despierta de a poco de su letargo

Enciende su luz y levanta el vuelo

Entona mil cantos bienaventurados

Y la vida, la vida misma

Te envuelve en sus cuatro letras

Acaricia tus miserias

Se sonríe en ciernes sobre tus sollozos

Y te ofrece el néctar y el elixir dorado

De los misterios mismos de la eterna existencia.


Añejo

Seré un recuerdo lejano

La narración de otro tiempo

Mis necedades obscenas

Entre lo nimio y lo incierto.

***

Ya mis historias añejas

No encajarán en contexto

De una dialéctica nueva

Que no escuchará so pretexto.

***

Ya la vital altagracia

Y el zascandil ornamento

Me negarán la mirada

De mis palabras al viento.

***

Ya la ultrajosa altivez

Y la mordaz deducción

No encontrarán timidez

Ni habitarán seducción.

***

La metonímica glosa

O el fabordón fundamento

Cuyo exquisito constructo

Crepitará cum lamento.

***

Seré una tibia evocación

De mil feroces contiendas

Del sinsentido del alma

Y sus falaces prebendas

Y cuando narre mi olvido

Como vestigio de un día

Me aplaudirá ya la muerte

En una ofrenda tardía.


Niño

Cada día que pasa me hago más niño

Soy más frágil y endeble

Un amasijo de dudas y titubeos

Temo más a las sombras y a los espectros

Me desvanezco a diario en los juegos de la vida

¡infames juegos!

Me envilezco sin remedio

Me confundo en un goce ruin.

***

Busco el seno de natura y no lo encuentro

Hurgo en el nombre del padre

Erro al nombrar las cosas

Miento ¡me miento!

Escondo el crucifijo y no cuento el tiempo

No reconozco la verdad ni lo verdadero

Apenas aprendí el primer pergamino

Con eso me desenvuelvo,

Cuando olvide todo

Seré de nuevo un recién nacido

Y me esconderé en una pequeña caja juguetona

Protegido de todos mis miedos.


Fríos corazones

Frondosas y espesas nubes se posan sobre las montañas

Y en las madrugadas bajan hasta las calles

Para anunciar la inminente llegada de octubre

Y para saludar los fríos corazones.

***

El horizonte se cubre de un manto cenizo

Y la vida muestra sus afiladas garras

Escondidas en finos guantes de melancolía

Los transeúntes buscan refugio del frío y la lluvia

Sin notar la bruma que asola sus corazones.

***

En un viejo café una mujer lee sus poemas

Mientras su paraguas escurre las gotas que minutos atrás la asediaban

Afuera un hombre que lleva gabardina fuma un cigarrillo

Mientras se aproxima a la puerta del café

Con su mirada apagada observa alrededor.

***

En la calle, octubre cubre el presente de nostalgia

Pero todo sigue su ritmo bajo ocultos influjos

En los tribunales avanzan los juicios

En la bolsa fluctúan las acciones

En el comercio aumentan las ventas

Y en un café se lee poesía.

***

El hombre avanza por el pasillo mientras se quita la gabardina

Saca de su bolsillo una libreta y un lapicero

Tras un libro de poemas, unos ojos color miel se levantan

A cada lado, un poema se lee y otro se escribe

Octubre junta los fríos corazones.


Un Poema para mí

Antes de que la tierra me estreche nuevamente en su regazo

Y el tiempo despiadado haga trizas mi recuerdo

Antes de que las palabras me abandonen

Y el fluido vital de mi alma se desparrame por mis poros,

Me escribo este poema que no es oda, mucho menos lamento

De los que buscan y no encuentran entre el mar y el firmamento.

***

Antes del gélido suspiro final que ya no empaña

Y de que suene la campana rota que nadie escucha

Antes de que el viento bóreas desvanezca mis últimas huellas

Y que la amatista vuelva al fondo de la roca

Me canto estos versos como rubrica de mi existencia

Como sello indeleble de la pasión y la aquiescencia.

***

Antes de que la fatiga del dolor se disipe

Y las ebulliciones de alegría se evaporen

Antes de que la sábana descolorida ya no envuelva

Y las ropas cual disfraz desaparezcan

Brindo por la vida y sus delirios

Por las causas perdidas y los opresivos martirios.

***

Antes de que el fuego extinga el último recodo

Y no seamos más que una vil nostalgia

Te extiendo esta estrofa de esperanzas

De las más bellas evocaciones y añoranzas

Te abrazo en el fragor de la contienda

Y te exhorto a andar el camino y que solo de ti dependa.

***

Antes de que el sol ya no queme con sus ráfagas de luz

Y la brisa ya no tiña de rojo mis gestos medrosos

Antes de que escuche el último canto de los azulejos

Y las tardes de febrero ya no extrañen mi presencia opaca

Te miro a los ojos y te extiendo mis brazos

Te canto estos versos entre mil ocasos

Y si acaso olvidas que la vida es fluir

Ama, ríe y llora, y no dejes de vivir.


Caminante de millones de años

La sabia tierra resguardó tus huellas

del trasegar del tiempo y el olvido

la misma materia que un día te constituyó

fue la misma pista irrefutable de tu existencia.

***

Caminante de millones de años

anduviste lugares sin nombre

pisaste la arena de dunas y médanos

ahora, convertida en roca

fuiste peregrino de moradas vírgenes

vislumbraste timorato la inmensidad de un mundo

enigmático, azaroso y hosco.

***

Transitaste por la vida sin contar el tiempo

descendiste de las ramas convocado por los dioses

alzaste la mirada para encarar el mundo

sus odiseas y sus cruentas batallas

pero también para que el sapiente viento

besase tu prominente rostro y tu huidiza frente.

***

Fuiste hombre de denísova y neardenthalensis

y el espíritu de la vida se albergó en tu cuerpo

fuiste caminante de los grandes bosques

y habitaste las grutas y las cuevas más obscuras

tu hábitat fue la existencia misma

unas veces glacial, otras canicular.

***

Te regocijaste al ver crecer los frutos

que con tanto esmero aprendiste a sembrar

bajo la serena vigilancia de la madre tierra

y las señales trepidantes de invisibles deidades

que alumbraron y ensombrecieron el horizonte a su antojo

pero que descifraste imperturbable en las eternas noches

cuando aún el fuego no te ofrecía un abrigo.

***

Caminaste sin saber que sería Marruecos o Etiopía

y dejaste una estela indeleble en Trachilos

soportaste el gélido frío del Himalaya

cortaste tu alimento con piedra en Turquía

y tus manos inquietas modificaron la materia del mundo.

***

Dormitabas cuando un sonido ajeno emergió de tu alma

eran las palabras que más nunca te abandonarían

que esculpirían mundos inimaginables, foscos.

y que llenaban el silencio eterno que te rodeaba.

***

Reposaste ansioso en el sofocante valle

el ruido estridente de la selva tropical te agobiaba

y abrazaste con gratitud la sombra de las coníferas

viste por primera vez el mar deleitarse con tus pies

y huiste exaltado de esa inmensidad desconocida.

***

Caminante de millones de años

hiciste fuego de materia inerte

y las llamas ardieron calurosas y juguetonas

y tu mirada se clavó inerme en los destellos

que despertaron algo en tu emergente conciencia.

***

La certeza de la muerte te sacudió de un sueño

y te presentó la tristeza y el dolor de frente

la pesadumbre te embargó de tajo

pero caminaste millas en busca de tu lugar

caminante de millones de años

alzaste la mirada e invocaste los dioses

su furia se manifestó en el cielo, la tierra y el mar

te inclinaste de nuevo para besar el suelo y pedir clemencia.

***

Fuiste artesano y fabricante

tallaste la piedra y esculpiste la madera

y tu recompensa fue la gratitud del mundo

fue la esperanza convertida en anhelo

deseo de algo profundo y de nada

Las más grandes bestias se rindieron a tus pies

sentiste miedo, hambre y desesperación

imploraste a natura ofrecer sus frutos

y el tiempo te enseñó los secretos de la sabiduría.

***

Caminante de millones de años

observaste detrás de las montañas e imaginaste un futuro

y sentiste que la duda atrás dejabas

que con cada paso y cada huella algo abandonabas

y buscaste al otro, fuente de resguardo

fue el otro refugio de tu existencia

Ya nunca caminarías más solo

el mundo nuevas rutas te abría.

***

Sigues caminando ahora

en el tiempo incierto

apenas consciente.

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