La vida en rosa… la vida en gris 
IV Premio de poesía in-VERSOTIRAR del HILO
Vuelan los días,
hay que tirar del hilo
seguir tirando despacio, suavemente,
el tiempo se amontona, se acumula
dan ganas de incendiar el calendario,
no, no te equivoques
hay que seguir saboreando las cerezas
inspirando profundo,
que entre el aire sin pedir permiso,
deja de lado la nostalgia,
la magia de contar estrellas,
la amistad de unos pocos es intocable,
el derecho a réplica no se rinde,
la primavera quiere ser verano
para hundir los pies mojados en la arena,
si eso es posible en este mundo,
quitar el cartelito de prohibido
a besar, abrazar y a las caricias,
no me importa si la luna no brilla con su luz
déjame disfrutar de sus mentiras,
déjame que mañana al despertar
te pregunte,
si no ha sido por las dudas,
solo un sueño.
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ALGUIEN SABE…
¿Qué hacemos aquí?
¿Hacia dónde se desliza nuestra vida?
No encuentro aquello
que tanto echo de menos.
¿Dónde está la libertad
de andar descalzo por la arena?
¿Dónde está nuestro tiempo detenido?
Mientras el reloj
marca las horas implacable.
¿Qué hago con los abrazos y los besos?
No hay un lugar seguro,
no sé dónde guardarlos.
¿Alguien sabe dónde
se hacen los reclamos?
para que nos devuelvan
lo que nos quitaron,
¿Quién será el responsable de que un niño
no pueda saber nunca de su abuelo..?
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SIESTA
Nos ardía el cuerpo del sudor
jugábamos a todo vale
para atrapar mariposas de colores
los sueños absurdos,
cansarse no existía.
ninguno se quejaba,
teníamos sed de agua fresca
nosotros pequeños, el mundo se expandía
inmenso, a descubrir
no había tiempo de aburrirse,
al atardecer volvíamos al nido
todo estaba bien, en su sitio
la vida era infinita,
o al menos… eso creíamos.
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Canción para la vida en rosa y gris
Encontrarnos a la hora convenida
abrazarnos,
caminar sin prisas, sin importar las horas
un café,
una mesa junto al ventanal,
un beso,
éramos como niños,
desobedientes, caprichosos,
la avenida Corrientes a las doce de la noche
el bullicio a la salida del cine,
ninguna amenaza,
ninguna tristeza,
solo una canción
sonando en aquel piano bar,
la vida colgada de las farolas
en la plaza desierta,
el aroma a primavera recién estrenada
como nuestra vida,
tan nueva, tan plena.
¡Qué silencio esta noche!
¿Dónde están todos?
La calle callada, serena,
esperando los pasos y las risas,
el renacer de la vida aprendida,
de abrazos, de besos, de amores y sueños,
la vida en rosa, la vida en gris..
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RÉQUIEM PARA UN VERANO
El sol tiene un tinte diferente
el viento amontona a su antojo
las hojas que murieron prematuras,
un domingo como cualquier otro
las persianas bajas de las casas
el tedio y la soledad de los jardines,
el derrumbe inminente de las flores,
algunas rosas tardías se resisten
como un último atributo de esplendor,
hay que seguir,
seguir siempre adelante
asomarse al abismo sin suicidio
aunque parezca que se desploma el cielo,
el mar cansado del bullicio
borra las huellas adormecidas del verano,
hay que regresar al bosque en busca de la esencia,
la inmensidad de la noche nos abriga,
un silencio inolvidable acaricia
el verdadero sentido de la vida.
«Dile al tiempo que me devuelva
las horas, los minutos y los segundos
que perdimos juntos.»
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