Giro en el huracán
que dibuja tu
espiral,
intentando comprender
que hay cosas que nunca acaban.
No me entra en la
razón.
He alcanzado un hito
dentro de la
sucesión.
Y si mi vida resultara
ser divina en
proporción,
no me restan tantos años.
(Sin embargo en ese lapso,
¡Cristo ha hecho tanto!)
Seré como las margaritas,
semillas de girasol,
los pétalos de las rosas,
la piña
que del pino se cayó.
Ubicuo número de oro,
hoy acaricias mi aire.
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