La maestra que nunca voy a olvidar!

La maestra que nunca voy a olvidar!

Miguel Bautista

06/03/2019

Siempre que llegaba a casa en la noche de jugar pelota mi mamá decía: Miguel, ya báñate. Ya mamá, un ratito, ahorita voy. Pasaba una hora, Migueeel, anda bañateeeee! Decía con voz un poquito más potente mientras yo veía la tv.

Era teeeeerco, o más bien flojo; hasta que PUM, me apagaba la televisión y me decía: No te vas a dormir si no te bañas.

Gracias al cielo vivía en una casa multifamiliar, tenía 2 tíos, Caña y Faco, el primero siempre fue mi salvador en estas circunstancias.

Como no me bañaba iba a dormir a su cuarto y como ensuciaba tanto las medias y a veces no tenía que ponerme subía a su cuarto y me ponía las suyas, lo malo es que algunas de sus medias ya se le habían vencido el elástico y no ajustaban para nada. Un día, como estaba con la hora y ya tenía que ir a estudiar agarre unas y me fui al colegio con las medias que se me caían.

Justo por esos días, en el colegio antes de la formación los alumnos se trepaban y se metían a los salones, la cuestión era que yo también era uno de esos y justo un día antes informaban: Se ha observado que los alumnos siempre se meten a los salones y eso está prohibido, así que al primero que se le identifique será sancionado.

Llego al salón y varios amigos estaban afuera esperándome para que abra la puerta, entren hijos míos!

Cuando empezó la formación ninguno de mis amigos tenía sus mochilas al hombro, lo que causó sorpresa en los profesores y más que nada en la directora que se puso como un monstruo y le metió una reputeada a mi tutora que para su mal y para el mío justo era la 6ta de las 7 veces que fue al colegio.

Entramos al salón en fila india, a la profesora se la estaba llevando el diablo por la puteada que le dieron y nos empezó a gritar y a preguntar QUIÉN SE HA METIDO POR LA VENTANA? Un silencio extremo inundaba el salón, nadie me acusaba, sin embargo me miraban como diciendo: YA TE CAGASTEEEEEEE!

La profesora seguía en su plan de detective sin éxito, ya habían pasado más de 15 minutos y nadie decía nada, todos me seguían mirando pero ahora como diciendo: QUE LECHEEEEEEERO.

La profesora ya se estaba dando por vencida, cuando de pronto NOOOOOOOOOOOOOOOO, en la primera carpeta, justo debajo de la ventana había una huella de zapato! No puede ser, el que se sentaba ahí no la había borrado, entonces la profesora con voz dulce volvió a preguntar, me van a decir quién fue el que se metió por la ventana?. No?, bueno, voy a empezar a llamar uno a uno para ver su zapato y pobre que descubra quién es!

A ver, ven tu, no, tú tampoco, no, tú no, tú tampoco, ni las mujeres se salvaban mientras yo rogaba que la llamen o que pase cualquier cosa para que ya no siga, se acercaba, todos me miraban y se notaba en su mirar: AHORA SI, YA TE RECONTRA CAGASTEEEEEEE!

Llegó mi turno, Bautista, ven para acá, levanta tu pie, la suela y la huella calzaban perfectamente. Ajaaaaaaá, así que te gusta meterte por la ventana? … Así que yo pregunto quién ha sido el que se metió y tú, nada!. Profesora … PROFESORA NADAAAAAA, Ahora por chistoso te vas a quedar sin zapatos todo el día.

En mi mente estaba, Bah, solo eso? Esperen, pensándolo bien, mejor no, NO PROFESORA, mejor otro castigo, si quiere limpio el salón levanto todas las sillas a la salida, pero no eso. Ah siiii? Pues nooo!, Dame tus zapatos, NOOOO, dame tus zapatos, NOOOOOO!!!!

Me saqué los zapatos, se los entregué y todos se empezaron a reír como si no hubiese un mañana.

Empezó la clase, ya poco a poco se me iba haciendo cómoda la situación y ya no sentía vergüenza, caminaba por todos lados con las medias que me bailaban, parecían unas medias hechas para los zapatos de un payaso.

Llegó la hora del recreo, oooooobviamente ni me asomé fuera del salón, todos volvieron y yo seguía allí, me estaban entrando ganas de ir al baño, pasó media hora y me dije, sí aguanto hasta llegar a mi casa, no creo que se quede con mis zapatos, no? ,En fin, pasó otra media hora y ya no aguantaba, así que me acerqué donde la profesora: Puedo ir al baño por favor?.Y sin mirarme pero con voz dulce me responde: Claro hijo, anda. Excelente, no era tan mala esta mujer, ok … hmmmmm, se me hacía raro porque no volteaba a mirarme y yo seguía parado frente a su carpeta; voltea por fin y me pregunta: Qué pasa, ya no quieres ir?. Claro claro profesora, pero estoy esperando mis zapatos para bajar! … Perdoooooon??? Agradece que te dejo ir, ni pienses que te voy a devolver los zapatos, te dije hasta la salida!

Me jodió, así es que solo tenía dos opciones, aguantarme la pichi hasta llegar a mi casa que solo estaba a dos cuadras del colegio o salir corriendo como bala y que nadie me vea los pies, aunque podría haber pasado piola ya que las medias ya estaban más negras que mis zapatos … Hmmmmm, me aguanto, naaaaaaa, mejor no, OK PROFESORA, YA VENGO!

En mi mente estaba claro que si bajaba la escalera solo me quedaba correr más rápido que Forest Gump, llegar al baño y todo habría terminado, empiezo a bajar la escalera y veo que viene subiendo la chica que me gusta … POR DIOSSSSSSSS, Usain Bolt me hubiese quedado chico, prácticamente volé a mi salón y me quedé sentado cruzando las piernas a más no poder hasta la hora de la salida, me entregó los zapatos y me fui.

Recuerdo que se llamaba Jessica, la profesora que solo vimos 7 veces en el año y que nunca voy a olvidar.

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