Caminando entre gatos. 
IV Concurso de Historias de la calleEra una tarde más de invierno.
Aunque puede que únicamente lo pareciera.
El tenue silbido del aire corriendo a través de los ventanales del edificio de enfrente rompía el silencio.
Al fondo, tres niños jugando.
Varias sombras vislumbradas a través de las lentes se encontraban sentadas en un banco.
Muchas risas.
Distintas.
Especiales.
Cada cual más única.
La sensación de familia albergada en un pequeño espacio.
Pero no una familia normal.
La familia elegida.
La que no comparte sangre pero si experiencias.
Llantos.
Y más risas.
Amores pasados.
Historias venideras.
Caminantes recorriendo la calle arriba y abajo sin saber nada.
Sin pararse a mirar.
Mientras que en aquel lugar se labraban momentos inolvidables.
Un dato curioso.
O más bien un gato.
Una pared con arte.
Pequeñas patas recorrían cada enrevesado recoveco en busca de un poco de luz.
Pequeñas patas con bigotes.
Ellos eran los verdaderos protagonistas de esta calle.
Transitada por muchos, vista por pocos.
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