Quizás sea común que todas las personas tengan problemas, bien, hasta allí nada raro. Noto que por más que seas fuerte, estos conflictos no se vayan, hasta llegar al punto de ponerte violento.
Querer hacer lo que se te de la gana, estar en el punto máximo, donde nada te importe.
El rencor y resentimiento te quieren dominar por más de que no quieras, sigues estando bien fuerte, pero te das cuenta que ya no puedes más.
Buscas »ayudas», de lo que te podrías arrepentir, es similar a una decisión de vida o muerte, por que tu no sabes que es lo que vaya a pasar, sea bueno o malo, pero sigue sin importarte.
Querer buscar atención de una manera que no es la correcta, haciendo notar tus penas cargadas, por un momento te das cuenta que ya no eres el mismo.
¿Dónde comienza lo raro?
Quedar desconcertado por todo lo que habías ocasionado. Sin nada más que decir, quedarte solo, sin protección a una tragedia, andando en un lugar diferente, perdido como una persona andina en Lima, los lugares representarían a todo lo que cometiste, lo que hiciste, haber tomado una decisión buena para el mal, o tomar una decisión mala para el bien.
Sean cosas buenas o viceversa, todo dependía de ti, te ibas a dar cuenta de lo que habías hecho y sabrás como mantenerlo en equilibrio, porque sabias que las causas jamás se iban a acabar.
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