panico de un suicidio

¡CALMA!¡CALMA! suspiro, no se puede ¡Muero, muero, muere YA!, mi corazón grita muerte y mi conciencia dice calma.

me derrumbo miro al cielo de ese penthouses, soy millonaria, pero no feliz; y vuelvo y escucho ¡muere!, es mi corazón el cual suplica dejar de palpitar.

caminando desesperada con un arma en mi mano, esperando que a la hora de dispararme caiga al vació y que odas las personas observen mi cadáver en la calle.

y se escucha un murmullo …no lo hagas, por favor… (suspiro); recojo mis piernas y desesperada pienso ¿a quien le haré caso?, pero, que ilógica soy si yo misma soy la que suplica desaparecer y que mis lujos me dejen de perseguir.

soy una princesa encerrada en sus temores con espinas que perforan su corazón. ¡muere ya!, grita de nuevo mi corazón; ¡piénsalo mejor!, pide mi conciencia.

me llaman y dudo en voltear, y escucho un -hola- de mi padre, torpemente trato de ocultar el arma que sostenía.

¡tu corazón te traiciona! ¡pum, pum! (son disparos); mientras me desvanecía por los impactos del arma, veía el rostro de mi padre riendo, apretando de nuevo el gatillo, me volvió a impactar una bala y como si fuera un objeto mi padre me cargo y me tiro por el mismo vació al cual yo quería caer.

mientras caía mis últimos respiros se los llevaba el viento.

y como todo en este país, no se hizo justicia por el asesinato de Emma; su dichoso padre lo único que tuvo que hacer fue otorgar unos cuantos millones al fiscal para que hiciera que la investigación conllevara a que fura un suicidio.

Emma murió sin que sus propias manos lo hicieran como lo había planeado.

Emma murió sabiendo que quien la asesino fue su querido padre.

Emma murió dándose cuenta que a pesar de darle todo a su padre, para el no era suficiente.

Emma murió pensando en suicidarse

Emma murió pensando que la avaricia de las personas y es una tentación.