Hay estaba el sentado en el andén pensando en cuanto había perdido en su vida por seguirle el paso a los demonios que habitaban en su memoria , la cual se hallaba destrozada por los golpes que ruleta llamada vida le había causado a su corazón .
El jamás cuestionó su vida simplemente se dejó llevar por lo que algunos llamamos ruina y otros llaman libertad , misma la cual encontró en su hermoso piano , instrumento el cual era lo único que lo alejaba de Tantas penurias y dolor en su alma . Cada tecla cada sonido era tan hermoso que cada persona que lo oia tocar este piano sentía que su alma vivía en carne propia lo que este personaje de la calle había vivido
Sabía que vivía en un »patio» cómo se le decía a un recinto donde se podía quedar. COn otros aquellos, que compartían más que sus adicciones. Su filosofía y forma de ver ese mundo de ensueño en el que todo drogadicto sueña
Nunca lo cuestionaban , siempre lo admiraban pues al tocar el piano la gente lo admiraba no por sus ropas dañadas, era por el tiempo y las guerras que su vida llevaba , si no por que su talento hacia pensar que Beethoven había reencarnado en este vago.
Sus sonatas eran tan hermosa que la gente nunca lo cuestionó por sus decisiones o sus adicciones las cuales lo condenaron a vagar en las calles como un drogadicto más , simplemente su piano hablaba lo que el nunca pudo decir .
34 años en la calle le enseñaron más que fumar e inyectarce , le enseñaron a ver más aya de lo que cualquier persona en sus cinco sentidos podía observar .
Nadie nunca quiso interrumpir sus sonatas y al ver dinero encima de su piano con la cabeza negaba
El dinero no lo hacia feliz , pues sabía que si tocaba el dinero su adicción volvería a sacudirle sus más efímeros pensamientos en probar más de sus bellas y coloridas sustancias químicas que pintaban su mundo de colores .
Sólo quería que lo escucharán , nada más que eso porque sin darce cuenta este personaje llamado Carlos .
Se volvió adicto a los aplausos y a los gestos de buena fe que la gente hacia al escuchar sus magníficas interpretaciones .
Aunque varios lo cuestionaban por ser de la calle nunca se quejó ni rechisto .YO que lo escuché siempre que caminaba por aquella calle 37 .
Me Di cuenta que no importaba el día la hora o el clima, Carlos siempre fue un pianista único para mi .
Sus 56 años no llegaron solos , las drogas habían echo su mayor golpe en la vida de este causando serios daños a sus órganos internos . Cosa que nadie de sus espectadores esperaba
Carlos murió a sus 58 años
Víctima de una vida llena de desgracias , adicciones y dolor , pero más que eso llena de un sonido tan puro que la calle 37 lloro su partida por que aquel vago quien alguna vez llegó como un mendigo a esta .
Le dedicó sus mejores días y sus mejores sonatas a su audiencia , con un piano viejo que el recojio de la basura y que sus años como profesor de música antes de entrar al mundo de las drogas , le habían enseñado a como repararlo
Aquella calle la cual vio como su Beethoven moderno se apagaba con el paso de los años y sus melodías siempre fueron un clásico para todos aquellos que vimos a este gran vago triunfar como los más grandes artistas en escena .
Carlos murió pero con el dejó un gran legado , el legado de luchar a su manera de ser libre y muy aparte de ser un drogadicto
De aprender a ponerle música a la vida y jamás dejar de ponerle ritmo a cada paso que daba en su vida a su estilo , como el gran vago del piano como siempre lo conocieron
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