Es la calle del tiempo la distancia de la historia. La suave brisa del viento lleva consigo los recuerdos del pasado y recoge las enseñanzas para la posteridad. Es así,una calle puede enseñarnos a vivir si se puede decir así,pues el tiempo pasó por ella y los recuerdos quedaron grabados en el asfalto.Tantas historias fugaces,recorridos insólitos,amores perdidos y encontrados,la vida se pasa y sucede en las calles.Todas son mis calles pero una en particular queda marcada en mis pensamientos. El viento del pasado remolinea las hojas del otoño y el sol veraniego me da rayos de esperanza en la estación primaveral. Correr y volar,es de jóvenes,pero cuando todo pasa de repente el reloj del tiempo registra en su memoria los momentos que nunca olvidaremos. Sin ese corredor de cemento,sin esa avenida de tierra mojada no hay nada que contar. La calle es un camino que recorres viviendo tus nostalgias y sueños,es parte de tu memoria y es vivencia que te hace crecer. No me olvidaré nunca de las calles de mi infancia y de mi juventud. Ahora,veo a mis seres queridos que anhelan volver a sus dichas anteriores y quedan dormidos por un rato en el ayer. Los tengo esculpidos en mi mente como los maestros más influyentes de las experiencias de vida porque ellos supieron forjar sus valores en la calle y su pasado vuelve a proyectarse dia a dia en el presente. Que decir del futuro, éste se construye como una simple pared de ladrillos cargados de aprendizajes del pasado y del presente. Allí es donde la victoria se alcanza y la sabiduría es exaltada.Calle mía,no desaparezcas de mis recuerdos para siempre porque tú eres el cimiento de donde yo salí y también crecí, gracias a la vorágine pasajera de la rutina y a las más bellas anécdotas duraderas.
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