¡Madre! ¿a dónde vas? le pregunté un día a esa mujer delgada y sonriente pero con la mirada cansada.

Nos mudamos a una casa ubicada en Av. esperanza pero claro, aun no esta pavimentada y creo que el nombre lo dice todo, las personas que aquí nos mudamos estábamos llenas de esperanza, de ilusión y con grandes planes para cuando esta terracería se convirtiera en Av. esperanza, donde los autos pasaran y sobre todo los camiones, combis y cualquier medio para poder movernos fácilmente hacia las actividades personales.

Mi madre se sentía feliz hasta cierto punto pues ella vivía en la ciudad de México y cuando le dije que se vendría a vivir conmigo a Cancún se emocionó ¡tanto! que ahora no le importa vivir en esta casa.

Aunque las casas son nuevas, son de interés social y esto significa que los que nos mudamos aquí para vivir, debemos levantar las bardas que dividirán nuestro espacio, deberemos poner el piso de la cochera y poner puerta si así lo deseamos, o mejor dicho: si el dinerito nos alcanza para tanto.

Cuando yo vi la maqueta de este fraccionamiento que tanto anunciaban como el lugar ideal para vivir, un lugar a pocos minutos de la playa, tu espacio familiar y claro, la foto de una familia con hijos sumamente felices…

¡Que les digo!; me emocione ¡tanto! ya que con mi poco salario tendría mi casita en un lugar hermoso. Pero ésta es la triste realidad que se vive en Cancún México, no se si sea igual en otros países, pero aquí seguimos siendo ingenuos.

Mi madre iba dos veces por semana al ayuntamiento para pedir que mandaran camiones por este rumbo. Seguramente algún día lo harán.- me decía-.

Hoy después de 15 años de vivir aquí,en esta casita que es mi hogar sobre la avenida «la esperanza»y que se convirtió en una de las principales avenidas, donde dos rutas de camión pasan constantemente. Además enfrente de mi casa queda un camellón en donde colocaron torres de luz y está lleno de árboles que jamás cortarán puesto que esas torres deberán permanecer ahí indefinidamente.

Clarita ..llegó al mismo tiempo que yo al fraccionamiento, joven y llena de esperanzas. Le tocó una casa dentro del fraccionamiento. no sobre la avenida, pero rento una a cinco casas de la mía

para poner su puesto de jugos, hoy les digo ¡ que es el mejor ! comenzando por la forma en que ella su hijo su sobrino y su hermana te tratan, todo está sumamente limpio y en perfecto orden, los autos se paran estorbando las entradas de las casas incluyendo la mía, y aunque sabemos que es por pocos minutos es un tanto incomodo pero nada se puede hacer, como les comente se volvió una avenida principal y en las mañanas es tremendo el tráfico y además los autos que se estacionan para comprar su juguito recién hecho de naranja, jugo verde, licuados de fresa, chocolate, plátano y hasta de nuez con leche de la que prefiera el comensal, entera, light , coco, almendra y azúcar o mascabado incluyendo miel si desean.

Estar sobre la av. es una gran ventaja para quien desea poner un negocio pero para vivir es bastante incómodo pues hay mucho ruido de camiones y autos. Mi madre no se imaginaría como esto iba a quedar.

Yo puse también mi negocio, una tienda de herbolaria para curar diversos padecimientos y aunque sigo viviendo ahí, ya me acostumbre al ruido que me recuerda a mi madre cuando la veía salir y le preguntaba: madre ¿A donde vas?.

Ella ahora me responderia: voy al centro, no tarda en pasar el camión.

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