Esta era una familia la cual no se adaptaba muy bien a la ciudad, siempre se solían espantar con solo ver la inmensidad de carros que se encontraban por las calles, ellos no les llamaban calles les llamaban «Los enormes pasos hacía la muerte».
Solían desplazarse por las calles caminando, así fuera muy retirado el lugar al que iban, nunca tomaban taxis, ni rutas ni mucho menos tenían carro.
Frente al enorme edificio donde vivían solían existir catastróficos accidentes, eran 5 integrantes el Papá Marco, la madre Sandra, la hija mayor Lucía, la menor Nora y la pequeña Angela.
La relación entre las hermanas no era la mejor, solían pelearse hasta lograr que el padre las regañara e incluso la castigara.
La menor consideraba que le hacían demasiado bullying así que tenía unas inmensas ganas de morir.
Simpre lloraba y se iba de la casa para regresar muy tarde. La madre trabaja así que no le prestaba atención a Angela que apenas tenía 13 años.
Lucía la mayor tenía 19 y Nora la menor 17 siendo ellas muy unidas, un día Angela decidió quitarse la vida, aventándose del piso más alto de su edificio (la soteá).
Aunque les dolió mucho estaban felices porque no alimentarían otra boca.
La vida les cambio repentinamente así llevándose mejor entre ellas compartiendo momentos felices.
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