Bella ( dolicocéfala pelirroja).

OBRA INDEPENDIENTE.No opta a premio.

En la vida trazamos el rumbo hacia el que pensamos que es el mal menor, pero la satisfacción que nos procura ese instante se mezcla con el placer de humillar nuestros deseos más ardientes y más difíciles de colmar, en el fondo del corazón, y nos contentamos con decirnos que es un mal menor.

Hay escritores para quienes el hastío tan solo consiste en alardear de hastío, con lo podríamos llamar el don del hastío o el hastío del don. Esa táctica cínica me funcionaba bien.

Yo tenía un chat de Esoterismo y Sanación, una autoestima colosal y algunas amantes de risa fácil que no me aportaban nada a mi vida.

Hasta que que conocí a Bella. Empezamos a chatear.

Mis neuronas glutaminérgicas sucumbieron a una pequeña explosión termonuclear. Esta vez me enamoré. De sus piernas.De su mente.Hablábamos varias veces al día. Intercambiabamos cybernérticamente fotos sin cara. Jugábamos a abrir las Puertas de la Percepción y desarrollar un Sexto Sentido para encontrarnos de verdad en el mundo real. Sólo fotos de pies, piernas. Nunca el rostro.

Estuvimos chateando mas de 12 meses. Me engolosiné con ella. En ésa época estaba estaba empeñado en escribir una Tesis Doctoral novelada sobre la Fotogenética y cómo podemos modular la memoria con imágenes eidéticas y electroestimular las neuronas con estímulos externos ( imágenes, lecturas, películas, noxas).

Discutí con Bella porque yo postulaba que cuando se escribe una novela, es difícilmente imaginable que el autor no trate de arrogarse aquello que desprecia, y por el contrario, el intento de hacerlo es un cómodo atajo.

Bella dixit: La desdicha de unos constituye en cierta medida la felicidad de otros; lo primero que ha de hacer el arte : violar las reglas de la realidad. Y ha de ser así a fin de que pueda existir por sí mismo.

Ella me caló en seguida. “Eres un pábilo moribundo, usas tu chat para conocer tías. No eres auténtico,” Me remató con: “La belleza perfecta ha de estar unida a la perfección del cuerpo desnudo, los fragmentos dispersos son promesa de una obra de arte reconstruida”. Yo conseguí pequeños éxitos instigado por la resaca de la anarquía. Pedí cita.

Ella tuvo un ataque de pánico . Dijo NO CITAS. Cortó contacto. Tres meses silencio radio .

Sabía ella usaba el metro. Y tenía una foto suya ( sin cara) ; sus pies eran inconfundibles. Decidí ir a buscarla. Hay 294 kilómetros de metro y 330 estaciones en Madrid.. ¿Posibilidades de encontrármela?. Muy pocas. Pero, desesperado, descendí al Hades buscando a mi Perséfone pelirroja.

Perdí la perpendicularidad y acudí al interregno de las profundidades; bajé al Tártaro cruel , sólo encontré gente recitando mantras camino al curro.

Percibo olor a cuerno quemado y azufre filtrándose por las grietas del subsuelo Misión imposible. Busco a Bella, zapatos , pantorrillas. tobillos. Iba disipado, vagabundo, nocturno.

Empieza a roderarme una fama oscura y malsana.

Mi carrera como escritor decaía. Todo el día me sumergía en el Metropolitano, buscándola. Incapaz de escribir. Vaharadas de sílabas desconocidas salían de mi pluma, pero todo basura.

Ella era mi obsesión. Perdí peso, amigos y sartenes de teflon que el banco ya no me regalaba por estar en números rojos. Editorial en pánico. Rescisión contrato.

En todo hogar se incuba una desgracia. Ella perdió a su padre al precipitarse por un acantilado y retomamos contacto. Me escribe como amigo, pero a mi no me basta.

Comunes tragedias nos enlazaron en mutuo consuelo, retomamos contacto, enviándonos mails hasta altas horas de la madrugada. Con frecuencia, si uno lleva a la práctica una idea fija, logra curarse de ella. Pero, si bien se cura de la idea, no así su causa.

La echaba de menos.Cuanto más intenta un corazón el acercamiento, tanto más parece alejarse el otro corazón.Cuando uno piensa en la felicidad ajena, sueña sin darse cuenta en la manera de alcanzar su propia felicidad, lo cual, a fin de cuentas, le hace ser más egoísta que si se ocupara tan sólo de su felicidad.

Recuerdo que antes siempre terminábamos hablando de temas literarios y de Platonismo. Y la frase icónica de “Love Story” de Eric Segal . Era inevitable una cita “en el Mundo Real”.

Ella entró en crisis. Dijo que su familia no aceptaría nunca nuestra relacción.

¿Porqué pregunté yo?

-Básicamente: porque eres un fanático. Un D ´annunzio desmedido y salvaje. Un contrabandista de sueños. Un alquimista sin ética.

“El ser humano ama sobre todo aquello que se le resiste”, dije.

Le pedi citas ó señales de vida. Al final recibí un e mail: 91 7768900 ( el Teléfono de la Esperanza de Madrid) y una escueta frase: Busca ayuda.

La moral de los seres bellos consiste en poder sustraerse a todo deber. La belleza no tiene tiempo de ser responsable cada vez que se manifiesta la influencia de su fuerza imprevisible. La belleza no tiene tiempo de pensar en la felicidad, y todavía menos en la felicidad ajena, pero es precisamente por eso por lo que la belleza tiene el poder de hacer feliz a quien está preparado para morir sufriendo. Quedamos en Gran Vía.

Salgo de la bocana , que vomita gente con los pies lustrados de plomo y rodeado de cúpulas de color blanco hueso , cielo broncíneo, palomas inquietas y chapiteles deslucidos.

Me quito mi careta de cínico y por una exótica chiripa psicológica digo lo incorrecto.Una frase equivocada me lleva a perderla.

Meses mas tarde. Una estación cualquiera: San Bernardo. ¿O era Vallecas? Da igual.

Entro a trompicones, es la manera en que los artistas nos vemos obligados a falsear sentimientos, opuesta a la manera de las personas corrientes . Los primeros mienten para revelar, los segundos para disimular, Cuando no buscas, la encuentras. Me doy de bruces con ELLA.

Sorprendido, me azoré.

“Sorry”, le dije.

No nos avergüenza el vicio, sino el ridículo.

Ella dijo:

-Love is never to say I am sorry.

Se giró y se fue, pero esta vez , desapareció para siempre.