Tomé una bocado de aire lento. Intenté relajarme un poco más, para poder abrir lenta y con cautela mis ojos. Fue cómo ver pasar en cámara lenta, un pájaro que está pasando a gran velocidad al frente. Puedes sentir la forma en las que sus alas se extienden, su plumaje y la sutileza de sus movimientos; todo en segundos. Y fue así, cómo todo a mi alrededor quedó grabado en mi cabeza; su cuerpo cayendo, las manchas de sangre, sus sollozos y el ensordecedor ruido del arma siento tirada del gatillo.

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