Sentada en mi sillón, pensativa, sin lograr recibir la chispa del sueño, retengo solo un momento para mí, mi cabeza da mil vueltas y mil ideas llegan a mi mente, siento ganas inmensas de escribir pero no logro concentrarme en una sola idea, a lo lejos pienso, mi infancia, como desearía volver, cuando no existían preocupaciones, el olor a la llegada del verano, los árboles de tilos con sus mangangas retumbando, ese sonido único e indescriptible, un lugar al que llamamos hogar, allí fui feliz…
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