Josefina sacaría un billete para salir del país. Antes de cerrar la casa sonó el teléfono. Era su amiga Ana. Hablaron del motivo por el que dejaba la ciudad. Ana le dijo, los problemas no se resuelven huyendo, porque nos perseguirán siempre. Él se marchó y estás sola. La realidad está ahí y salvo enfrentarse a ella tomando decisiones, nunca estaremos en paz. Añadió que pasara por su clínica y buscarían soluciones. Al dejar de hablar, Ana pensó ¡Huir de la realidad! Lo más difícil del mundo.
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