Dejar todo atrás, ligero y sin atadura, libre de preocupaciones. Vivir al presente, sin expectativa, sin previsión. Abandonar las frustraciones, las obligaciones, el pasado.
Llevarse solamente lo necesario, lo indispensable, lo cómodo y práctico.
Tener todo listo, todo pensado, todo preparado. No olvidarse del importante pero si de todo lo inútil.
A cerrar la puerta, ya empezaría el viaje, sin vuelta atrás, sin pensar a nada, solo dejarse llevar, existir, disfrutar del ahora…y confiar.
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