Esta es una de las primeras imágenes que tengo del concepto familia.
Siento mucha nostalgia al contemplar ahora los rostros tristes y perplejos de los tres.
Parecen ausentes, perdidos, colocados como en un escaparate.
Son personajes con sus mejores galas posando ante la vida sin saber todo lo que les depara.
Les faltan los personajes principales o al menos uno de ellos.
Aun asi continuaron caminando juntos mucho tiempo, cuidándose y protegiéndose el uno al otro.
Crecieron e intentaron formar ellos su propia familia, con mejor o peor suerte.
Hicieron todo lo que pudieron teniendo en cuenta todas sus carencias y alguno aun fracasando en el intento consiguió recuperar parte de ello al paso de los años.
Para ellos su familia era la única que conocían, su madre, ellos tres , otro hermano que vivía con su abuela y venían de visita muy de vez en cuando era todo lo que conocieron y vivieron. Esa era su familia.
Todo transcurría mas o menos bien hasta que empezaron a crecer y a salir al mundo exterior para darse cuenta que los demás niños tenían familias muy distintas.
Su infancia paso muy rápido, siempre de casa en casa, cambiando de barrio incluso de ciudad, para acabar en uno de los barrios mas pobres de la ciudad. Fue allí donde crecieron como personas y se formaron como individuos.
Es curioso como ahora términos tan normales como:
Familia monoparental.
Pobreza infantil.
Malos tratos y abusos…y muchos otros que hemos incorporado en nuestro vocabulario, entonces no existían. o mejor dicho, no se decía.
Ellos fueron los primeros inscritos en un «libro de filiación». Algo que inventaron allá por los setenta para poder inscribir a los hijos de madres solteras. Hoy ya no existe.
Perdón por el inciso, no pude evitarlo.
A pesar de las dificultades , las impuestas y las ya puestas, ellos siguieron su camino, con la única ayuda, apoyo, educación….de su madre. De la mejor o peor manera que supo, ella estuvo ahí. No negaremos que les faltaron muchas cosas por vivir y aprender, pero nunca les faltaron besos, abrazos y la libertad de hablar claro y poder decir lo que se siente en cada momento, sin filtros ninguno, aunque luego les lloviera una bofetada, ejercían su derecho al pataleo. Algo que han transmitido a otras generaciones y que me parece una herramienta muy útil en los tiempos que corren, donde primamos lo políticamente correcto aunque con ello nos cueste mas de una ulcera o un ataque de ansiedad, tan de moda en estos tiempos.
Por todo eso y mucho más, te quiero dar las gracias. Porque hoy soy capaz de imaginarme lo difícil que tuvo que ser para ti sacar adelante esos tres pequeños, tu sola.
Quizas esta es una de las ultimas imágenes que tengo del concepto familia contigo, ya que hubo un tiempo en que mi familia tan solo fuiste tu.
Un pequeño homenaje a ti, a tu primera y ultima fiesta de cumpleaños.
No podia imaginar que en dos años más ya no estarías.
No podia imaginar que no estuvieras nunca más, eso no me lo enseñaste.
Aún hoy , después de veinte años que te fuiste sigues presente en mi casi cada día. La gente, los amigos, la familia, el psicólogo me dicen que eso no es bueno, que tengo que pasar pagina y vivir mi vida, olvidar….¿como podría vivir y olvidar a quien me dio la vida?
Mientras yo tenga vida, tu seguiras viviendo en mi.
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