PALABRAS ARRUGADAS.
(ENTRE LA SOLEDAD, EL SILENCIO, LA TORMENTA Y LA NADA)
El gris cae
El gris cae.
La luz se detiene en el aliento.
Sabemos lo que decir y no decir
a pesar de lo cual todo es dicho,
todo y más que todo,
lo que es y lo que no es,
aunque lo dicho nunca sea olvidado
por los siglos de los siglos.
Ni voluntad ni sentimientos ni deseos,
las cicatrices permanecen
más allá de la muerte
enquistadas,
y el abismo que se abre y se derrama
sobre este espacio nuestro
es eterno y frío
como mis manos vacías
que acarician tu cuerpo
deshabitado
y el silencio.
Paseo otoñal
Juega a disfrazarse el día con la luz y con la sombra,
se persigue el viento a sí mismo
y los árboles bailan.
Desvestida de humo la ciudad,
suben más rápido los sonidos hacia el cielo y se pierden lejos
como el globo huido de las manos de un niño
que corre tan aprisa como crece y se va.
Limpia el otoño los rostros atentos
y desvela el alma de lo que normalmente calla.
Las calles recobran su color verdadero,
El paso se apacigua.
Suspiran suspendidos de sí mismos
la incertidumbre y el miedo.
Por un momento amenaza la lluvia
y todo se funde en un velo gris.
El día se entristece y
sin embargo……..
Siento que la soledad ya no pesa,
llena de todos a los que un día amé
y de los que aún están
caminando a mi lado
Se hace nuevamente la Luz
¿Acaso Ellos nos marcan el camino?
Blindada
Nunca perdí la pasión porque nunca la tuve.
Nací con esa tara, templada, fría.
Los estallidos de luz, la alegría desbordada e inútil, el aleteo de pájaros…
Sólo poesía.
Tal vez sea mejor así, blindada también contra el dolor,
pero tal vez no, seguramente no, rotundamente no.
Estas palabras
Si pudiese elevarme hasta infinitos adivinados e imposibles jardines
en sonatas de horizonte.
……….. si rozase el silencio
Si acariciara el vacío;
terciopelo de luz, ritmo salado,
y arterias de viento desamarrado y frío
me despojaran de anhelos.
Si vagase al borde de los días
la locura desbocada y el sueño.
Si soñara…
… si, al menos, soñara…
Si rastreara en el tiempo olvidado sonidos y olores
y la luz difusa de la niebla hilvanara en su seno palabras
indiscretas.
Si traspasara el deseo
Si, olvidando estas horas de hielo que amurallan tu espalda,
pulsara las cuerdas de tu cuerpo en alerta.
Si sientiera…
… si una vez sin pensar sintiera…
Si abrazara el alma de todo lo que se esconde y muere….
Si la música levemente latiera en el hueco vano de mi voz,
en estas palabras arrugadas que a veces escribo
y que no quieren
volar.
Llanto Azul
Alejo imágenes
y deshago madejas de palabras
casi en el borde, rota,
en la frontera entre el sueño y el llanto azul.
El Horror
Como en una cascada de temores silentes
se alertan mis sentidos ante el Horror,
olor a muerte,
aliento pretérito,
babas de caracol dibujando un rastro esquivamente ausente.
¿Llegará el día en que borre las heridas causadas?
¿y el dolor?
Ese horror terrible,
inmenso y sucio,
me vuelve ceniza dispersa en un abismo inútil.
Embarrados los pies,
el alma huida,
abrazada a los muertos que ni siquiera amé.
La Noche
(a Silvio)
La Noche mueve ficha
He pensado angustiosamente qué camino será
y no hay salida.
Pulso las cuerdas de la melancolía y me da miedo.
Se me enredan los colores del desencanto
y me pierdo.
Me pierdo
definitivamente
como cuando aún no existía
antes de mi misma y de ti
Siento que debe haber una señal, una luz
Es el turno de la Noche, de la Luna, de las chicharras que zumban y de las olas que oigo estrellarse contra el espigón
Es el tiempo de esperar y escuchar
Algo debe pasar que prediga la Vida
Luego tal vez
Entre páginas de librosy en alacenas secretas
guardo el rastro luminoso de tus pasos
y la leve música de tu voz.
Atesoro cada día las palabras que saltan, las caricias transparentes, los instantes inútiles,
brezo, castaño, niebla, cristal,
tu presencia,
ramas de cerezo que florecen y estallan,
ráfagas de viento coloreando el mar.
Sé que luego, tal vez, vengan días terribles de desiertos y sombras
o trepen telarañas azules a tu rostro
secuestrada la mirada, como si nunca fueras a volver.
Sé que en esos días tristes los caminos se ciegan
de tanto dolor como corre por tu alma escarchada
Losárboles y las nubes dejan de perseguirse
ytodo es ausencia.
Te busco entonces entre mis recuerdos y te ato fuerte
en un nudo innombrable que anclo seguro en mi interior
y espero
espero a que de nuevo
estés
aquí.
Soledades
(a propósito de una exposición deJavier Romero, Madrid 2005)
Penetro en la sala.
Me sorprenden esos bosques que secuestran las miradas
como telarañas de angustia venidas de otros mundos.
La naturaleza en su aspecto más misterioso y desconocido
se apodera de la voluntad y se enreda en las pupilas,
a veces perturbadora, a veces fértil,
y te vacía o te llena.
Miradas hechas de curiosidad y de miedo
Naturaleza mágica.
Inquietante y terrible Soledad.
Desde el fondo se alza otra naturaleza más amable
a través de ventanas abiertas a la evocación y a la melancolía.
Vislumbro la quietud de esos jardines iluminados detenidos en el tiempo.
Sus senderos soleados, la frondosidad de los árboles,
hileras de columnas que emergen
y bóvedas suspendidas
en serenas arquitecturas de cristal.
Envuelta en el frescor de la sombra intuyo el rumor de otra soledad,
sosegada, doméstica, dócil,
atenta a las sugerencias y a los matices.
Soledad
Serena.
Finalmente el paseo se despoja del verdor y de la magia,
se vuelve austero, espiritual, doloroso,
hecho de alambre y de vacío.
Absorta en la esencia y en el pensamiento, la Soledad, nuevamente,
intuida ahora como separación,
como unicidad irrevocable,
como un andar hacia el interior de tu propio destino
acompañado sólo por sombras fugaces,
por cipreses estáticos que se quedan atrás
porque nadie puede ir contigo,
nadie puede definitivamente ocupar tu lugar,
decidir por ti, asumir tu camino
dibujado en el aire.
Aire y Soledad.
Soledad y naturaleza.
Espirales de aire.
Éste es el puerto al que he llegado
Éste es el puerto al que he llegado
tras mareas engañosas y derivas alucinadas, naufragio y desamor.
No sé si es el mejor puerto, ni siquiera sé si es mejor amarrarse que vagar a la deriva
o en travesía perpetua o perdida en el abismo o en la nada.
…. Cuando no se sabe a dónde ir
Éste es el puerto y aquí elegí quedar varada, observando la vida.
Desorientada y carente de equipaje,
no creí poder llegar más allá – ¿qué más allá ……?-
Quizás más acá, más cerca del centro, más cercana …
Y aquí estoy, eso ya no tiene vuelta,
-Y soy delas que se aferran desgarradoramente a lo que tienen-.
Queda poder sentir como caricia la atadura, como sosiego larutina,
Ignorar los rayos,desoír los tornados
y estallar en pedazos aquellos vagos sueños que, sin visión fiera, alguna vez intuí,
tan inciertos como la niebla y la lluvia del otoño
que el viento sin dudar se lleva.
Amor tranquilo que ancla hacia adentro unafertilidad embarrada,
su cuerpo me cubre a veces y me besa como las olas vienen y se van.
Resbala por mi piel, me moja el alma,
su cuerpo viene y se va como su amor y las olas
y mi orilla hecha de arena y de trocitos de luna iluminada se deshace con la espuma
y,a cada suspiro, un nuevo perfil hilvana, provisional y eterno.
Silencio sobre silencio.
Intermedio suspendido entre dos miedos
Y luego, la tormenta.
El despertar del rayo, el fragor de los truenos y las olas que gritan y las rocas que hieren.
La noche se apaga y el viento ensordece todas las palabras. Las hermosas y las feas, todas por igual.
No queda nada sino rabia, impotencia, querer huir …,violencia desaforada y rugiente, enloquecida.
Y muerte. Dolor y muerte. Mucha muerte.
Parece que las cosas nunca volverán a ser las mismas y así es, en realidad.
El sol sale luminoso, pero nada es ya lo que era. Es sólo fantasía
Y la apariencia de la vida continúa..
Desgarrada por dentro.
Aquí estoy.
Éste es mi paisaje.
Nideslumbrante, ni apasionado, ni literario, ni musical,
ni siquiera sincero, verdadero,o amable.
Tan sólo dejarse llevar, esperar, permanecer…
Tierra,cielo y mar….
Mar, cielo y tierra…
Sólo eso.
Éste es mi puerto
De aquí a la nada sólo hay un paso que no quiero dar.
Etérea, vaga, efímera e inútil, mi alma teme quebrarse.
Más allá.
Y Más acá.
Me perdí
Sauce que cubre y acortina el día,
bajo tu sombra encontré mi madriguera de hielo.
Anclada a ti creí encontrarme
Pero, ahora… Ya lo sé.
Huye lejos de aquícorazón enojado,
llama sin luz que resquebraja el aliento
y aturde la razón.
Estéril lluvia con la que nada florece
Mi alma de jade quiere volar..
Ahora.
Lo sé.
Hibernar en tu regazo no me sirvió,
a tu abrigo definitivamente me perdí
Si despierto
Rastreo por las escalas de otras almas
las notas que escriban mi melodía. Ajena a mi.
Alimañas inquietas, hormigas voraces, grillos saltarines….
¿Dónde estoy?
No encuentro mi pulso, ni mi tiempo.
Toda mi vida en espera
Acechando el Silencio
Camino enredada con las manos en los bolsillos.
Allí donde sólo hay aceras y voces amables me pierdo en laberintos de angustia
una y otra vez por los mismos sitios en distintas direcciones sin conseguir llegar
Oscuros ojos perfilados tras el resquicio mudo
de un cuerpo que noreconozco
Trato de pensar que no es real
Pero siento que despertaré y que no será un sueño.
Cae el peso gris de la tarde
sobre mi vagar perdido.
Sé que despertaré y que te habrás ido.
Ausencias…
Abrázame, amor,
antes de que dispersa me diluya en el rumor o en el color de una nube
Abrázame fuerte como sé que te tuve
Ya ni eso sé
Siento que si despierto, amor,
ya no haya Amor .
Una determinación implacable
Una determinación implacable.
Cautela del viento
Nada más hay
Solo tú y yo en medio de esta nada.
En medio del silencio
solo tú y yo
y nuestra propia ausencia.
En medio de este absurdo viaje que nos lleva fuera de nosotros mismos
la frágil memoria
nos empuja una y otra vez al abismo rotode donde nunca volvemos
intactos
Pero yo ya no. No más.
Aprieto tu mano y renuncio al pasado
Reniego de tanta abominación y de los inútiles reproches.
Sólo queda la determinación de seguir,
la determinación implacable de seguir,
de empezar cada día
como si empezase la vida,
con el corazón nuevo,
con la mirada nueva,
con todo lo bueno por venir.
Y contigo
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