ANGÉLICO
Ahora despierto en misofáy contemplo quién duerme sobre mi cama.
Qué rostro más angélico cubierto de blancos presagios alrededor
Varias noches me he detenido por miedo a la ausencia
A comprobar si respiraba todavía
Por temor al plagio continuo de la muerte
Que se va buscando al papá perfecto
Los cambia y los desecha como blusas vintage
O vestidos del corte inglés.
Da lo mismo, ahora es posible el exilio turístico padre
Tirar al suelo nuestro pasado de sarampiones
De profesores alcainos en laberinto
Y volar a Italia vestidos de revolucionarios.
Pelearnos con quien queramos en el anonimato de un cuatro estrellas
Reírnos de las dimensiones extrañas de un tal vaticano
Amar a los florentinos aunque muchos seas latinoamericanos
Rezar por los romanos e imaginarlos en la arena.
Buscar un helado en todos lados
Para terminar comiéndolo en Lavapiés
Enfadarnos porque por la mañana
No tienen huevos fritos en mi cafetería favorita
Irnos, buscando un lugar nuestro favorito y encontrarlo
Regresar a Pamplona para adquirir esa flauta de plata
Y salir con un foco lumínico que se carga con el Sol
Hay caminatas imperceptibles que se quedan en el aire
Silencios amargos que se convierten en milagros
No ganamos la lotería nacional
Ni leí aquel poema al papa
Pero he tirado aquella maleta roja que te presenté en la lectura.
Las palomas siguen llegando a mi ventana
Aún lloro de vez en cuando por la abuela
Tengo planes de adquirir aquella cafetera
De encontrar mi silla de escritora
Espero ser la elegida de aquella residencia en Chile
Y he retomado el libro que te prometí me sacará de este vivir al día
Donde lo más hermoso es la incertidumbre de mis planetas
Recordarnos caminar por Malasaña en busca de la nada
En el fondo sólo quería que conocieras mis territorios
Puede que por eso no eligiera nada en las tiendas de ese barrio
Fue un honor llevarte del brazo por Europa
Aunque no tolere que nadie me toque la espalda
Y por los ojos se me note una tristeza aguda de cronopia
Presiento que le viste
A la bestia negra, así le llamaste
La que nos habita a todos los niños cuando tenemos miedo
Sin embargo pocos, muy pocos,
Tienen la suerte de crecer, irse,
Y de un instante a otro,
Estar frente a su padre, con una pizza increíble inventando haikus
En medio de un disturbio de voces con acentos
Rodeados de gente desconocida para ambos
Sorprendidos de lo extraño, asombrados de este juego
Donde los países se desvanecen como arena entre los dedos
Donde las habitaciones de hotel son un escape room
Y los desayunos cobran un color nuevo
Y el café es testigo obligado de nuestros planes de trenes
Hemos dibujado el mundo por un momento a nuestra imagen
A nuestra imagen y venganza.
Nos vengamos del hombre que silba
De las agujetas de color de rosa en el Mercedes Benz
De los aviones anteriores con lágrimas diamante
Nos vengamos de la inercia del tiempo y su injusticia
De la primera vez que se me rompió el corazón
De la marihuana, del golpe y del pinocho,
De la india María, de la babucha, del dinero,
Nos vengamos con vitrales entre las manos
Y escuchamos el silencio de losmuertos;
La paz de su legado en los umbrales
Retocamos las fotos del pasado, de la infancia,
Nos vengamos sin piedad de la ignorancia
De la pobreza que existe en la violencia,
De la enfermedad nos vengamos a tragos de paisajes
Y aparecieron las flores rojas, rojas como nuestra sangre
Y de ellas nunca nos vengamos
Así que de pronto, en medio de los bloques de hielo,
Apareció el David, y nos devolvió la esperanza,
Y conocimos la rabia hecha de mármol,
A nuestra imagen y venganza.
COLOSSEUM
Los leones no tienen la culpa de los hombres
Los hombres no tienen la culpa del escape
El escape no tiene la culpa del imperio
El imperio no tiene la culpa de los dioses.
Los dioses no tienen la culpa de los hombres
Los hombres no tienen la culpa de la sangre
La sangre no tiene la culpa del espectáculo
El espectáculo no tiene la culpa de la guerra.
La guerra no tiene la culpa de los hombres
Los hombres no tienen la culpa de la arquitectura
La arquitectura no tiene la culpa del encierro
El encierro no tiene la culpa de las bestias
Las bestias no tienen la culpa de los hombres.
Los hombres no tienen la culpa de los hombres
Quién fuera ave
Y atravesar volando
el Coliseo.
Los leones no tienen la culpa de los hombres
Los hombres no tienen la culpa de las fieras
Las fieras no tienen la culpa del ingenio
El ingenio no tiene la culpa del agua
El agua no tiene la culpa de los hombres
Los hombres no tienen la culpa de los navíos
Los navíos no tienen la culpa de las armas
Un gladiador pasa planeando sobre Roma
Roma no tiene la culpa del emperador
El emperador no tiene la culpa del ojo divino
Lo divino no tiene la culpa del festín
El festín no tiene la culpa del invento
El invento no tiene la culpa de la lucha
La lucha no tiene la culpa de los hombres
Borracha de sol
Atravieso volando
El Coliseo.
Los hombres no tienen la culpa de los hombres
Los dioses no tienen la culpa de los dioses
De la brutalidad del hombre nadie tiene la culpa
VUELVO AL CISNE
Vuelvo al cisne me insiste,
Signo poderoso transita sobre mis aguas
Atormentada noche de insomnios sobre las manos
Continúa deslizándose hacia lo eterno
Temo en los pantanos de las sábanas
Por eso vuelvo, al cisne,
Maravilloso espectro de sinfonías
Que bailan aladas de mis ojos a tus planetas
Resuena en la tierra una congoja ancestral
Voy cargando las murallas que nadie se atrevió a destruir
Al cisne vuelvo,
Buscando en sus alas el calor que me dan y quitan
El juego constante del tacto sólo como huésped
Un viento pálido golpea mis muros quebrados
Las pupilas sirven de puente para que la lluvia siga su curso
Cisne, vuelvo a tu lecho de huracanes,
A la espiral que concentra el ying yang de mis tormentas
Con claridad observo la verdad que nos habita
Bruma dormida en busca de alimento
El cansancio está precipitando mis reacciones
Catalizando las heridas en el centro del tornado
Vuelvo contigo al cisne,
Mírale, está allí,
Su cuello se asoma pudoroso por tu garganta
Su pico invade sutilmente mi vientre,
La finura de su cabeza se arrastra con dulzura sobre tu pecho
Sus alas en mi cintura,
El oleaje de su plumaje se extiende y se diluye
Como un acto ritual en todos nuestros movimientos acompasados,
Mírale,
Al cisne vuelvo, contigo,
Sus patas ocultas se dibujan en las lenguas que nos enredan,
Y su canto divino,
Su música de ave en maleficio,
Renace una y otra vez en ese instante,
Pletórico de bosques,
De nuestro orgasmo.
Vuelvo al cisne,
Tántrico vuelo de estrategias antiguas
Al cisne vuelvo contigo,
Constante vaivén, eterno,
Contigo al cisne,
Inacabable historia,
Vuelve el cisne,
Inabarcable remedio.
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