Colindancias
I
Arcilla modelada
me espigo hacia tu cábala
en tu atisbo
existo irremediable
Imbricados signos fugaces
empalmados cuerpos permanentes
del lapso
artífice que nos concede
superponernos al lenguaje
en recoveco
de memoria intacta
Suave como tu boca
mordisquea mi sexo la luz
el oriente desviste nuestros cuerpos desnudos
Cancela este amanecer
agrestes concordancias.
II
Cegador escalpelo de luna tu cuerpo
abraza la brasa de mi piel encendida
plateadas pieles acopladas en aliento
desnudas reposan descorridas cortinas
despojada de cuerpo soy argamasa de esencia
núcleo de amor en fuga
haz irremisible de revelación ardiente
esplendente hoz de menguante luna
agazapada en su órbita
refulgente relámpago perenne
astral instante en el reloj del cosmos
colgadizo.
III
Desde otro reino me toca tu boca
invisibles tatuajes desde la entraña
invadida de la dulce neblina
te regresan a mi cuerpo tercamente
pasmado entre tus labios y tus manos
y soy crisol de rescoldo y reposo
lindados en un tiempo furioso
que retorna y proyecta nuestras sombras
henchidas siluetas acometidas
en máxima bravura de la clama
humareda de gozoso tacto
benevolente perfume de descanso
seguimos siendo el mismo limo
barro de recuerdo, hambre de dos reinos
que la memoria surca como labios
perpetuo delta de separados ríos.
IV
Corro hacia otro día y palpo la sed
desanudarla quiero y acaricio un grito
Desde un reino paralelo me calmas
acaricias mi tez
murmuras lento
no es nada
acaso el alba
quizá la luz que juega con sonidos
haz de lastimaduras carcomidas
loca que se pasea por pupilas estrechas
de punzantes recuerdos que niegan ausencia
niña que viene de ciudades enfermas
ofuscación que esparce trizadas lunas
en el centro de mi angustia
Todo se disemina en el perfume
de tu voz sobre mi torso
tu semen en mi seno
rojizo albor me arropa
entre setos de silencios
Matinal crepúsculo cárdeno
como sangre que el sol eyacula
sueño baldío mi miedo
desnudo mi cuerpo
volcado en tu consuelo.
V
Tu luz fluye en mi cuerpo
después que te vas y me has amado
te quedas como resplandor
como resguardo
ausencia luminosa
que me inunda
Puedo aislarte en memoria
mas no en sangre
de entre tristezas y abismos
emerges
adentro de mi desnudez
te instalas
astro muerto que ha escogido
mis huesos
para refractar
luz subterránea.
VI
No nos salves del silencio soledad
deslizarnos por brumas y negarnos
abandonar las grafías de los cuerpos
enlazadas en la ausencia de alfabeto
Condénanosconjúranosno nos ampares
déjanos a la intemperie del lenguaje
aspavientos de antes del habla
perturbados de avidez insaciable
Sudorosossatisfechosextenuados
arrellanados en universo circular
sin memoria y sin olvido
No nos pongas la advertencia en los labios
Claudicación en el ritmo de los sexos
no nos expulses de este páramo
no nos exilies del perpetuo pecho sin amarras
ensamble furioso y sin anuencias
silencio inmenso en más silencios
Concédenos esta soledad purísima
oficiantesdesnudosrevelados
nacientes siempre al prodigio imberbe
No nos ampares
sumérgenos en tu traspatio
hasta el alba redonda y madre
pureza intangiblehasta la sangre.
VII
Este incienso que ronda es la escritura
que en espiral al muro trepa y deja
garabateada en lúbrico tacto
la cifra de tu aire incandescente
En atmósfera púrpura te capto
tu olor bajo la túnica me unto
desvanecida luz
en vientre de corazas
En desbocado deseo te invoco
privada ceremonia de atavismos
no fui fecunda, pero fui vacante
el rito en torno de tu aroma intenta
tenerte allí cuando retorne
al vaho rojo del volcán que arroje
mi carne a ti prendida
resurrecta.
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