Memorias con-versadas.

Memorias con-versadas.


1)

Soy todos los colores de mi pueblo

que se levantan en festiva cotidianidad.

Soy los ríos

ensangrentados y

los llantos de mis madres

que regaron El Encanto

cada vez que morí.

Soy su dolor al parir,

soy su amor

y soy su entrega.

Soy una historia que camina

y en un segundo normal

se presenta entera.

Soy la mar,

la codicia que jodió mi tranquilidad,

soy el manto de una larga noche

y lo que vendrá.

2)

Fue la dulce algarabía de los gritos rebeldes,

fue mojar mis pies en el Guatapurí

caminando hacia la gran sirena.

Fue la calidez del río Salado

tomando vino con hielo

después de días de camino.

Fue llegando y volviendo

persiguiendo notas iluminadas

y versos encantados,

recorriendo los parajes cristalinos

de todos los pasados.

Conocí la suerte y la esperanza,

caminé los senderos

cuando me llamaron

y crucé los puentes que ante mí se tendieron.

Lloré las traiciones y las mentiras,

los errores y los malos pasos,

recogí las tensiones

y las volví lecciones aprendidas.

Hoy la vida

marca nuevos y antiguos rumbos,

donde dolió miro claro,

comprendo y perdono

y me perdono también,

por cada conducta inconsciente

y cada palabra envenenada.

Hoy mi alegría insensata florece

entre el tumulto y las balanzas desbalanceadas,

entre las palabras que resuenan

y los sonidos que aún recuerdan.

Me quedo con el abrazo sincero

y con la sonrisa mundana

que me regaló cotidianamente

una nueva esperanza humana.

Me quedo con el amor

y la magia en El Encanto.

Me quedo con la conciencia autocrítica

y con la paz que otorga su ejercicio.

Me quedo con la mano amiga

y con los poemas que revuelan

palpitando la utopía,

donde los ojos ven el final del mar

en otros amaneceres lejanos

que me esperan todavía.

3)

Entre andenes

soñé con aquella libreta muerta

caminando entre vivos,

tenía escrita en su página de respeto

con trazo fino la firma de la soledad,

quien fuera su dueña en vida

para contar que sólo el olvido

es destino de papeles mundanos.

Así la soñé; papel nuevo una noche de agosto

que tuvo poemas en su vientre

y hojas amarillas en su piel.

Hoy se quiebra con el tacto

y en un tiempo se hará trizas con el viento.

Tuvo amor entre sus letras, ideas

y sueños profundos que invitaron a caminar,

pero como no existe lo uno sin su dual

por libreta tuvo que saber y sentir

derrotas y pesares que oscurecieron los renglones

cotidianos del vivir.

Pocos le comprendieron,

algunos por su esquizofrenia,

otros por imaginaria,

eso impidió que los buenos

tomaran razón.

Los mismos buenos al final vencedores,

muchos buenos de su propia bondad

alimentándose a sí misma.

Le dijeron libreta de la noche

y no hubo poder humano

capaz de evitarle aquel destino

aparentemente inexorable;

Ser guardiana como la luna

de la poesía en ciernes

que nace versando con la vida.

4)

Te divisé jardín,

fui en ese instante simple flor

y dejé mis pétalos en tus días

para que me vieras más bonita con mi dolor.

Me vi descalza frente a ti

pero la tierra calmó mi fiebre andariega.

Te divisé jardín

y caminé perdida entre tus arbustos

sin saber dónde encontraría esa luz que te alimenta.

Quería tu protección en una brisa

y que me vieras linda en otoño

cuando se avecina el invierno voraz

y mis pétalos ya no brillan.

Quería que me vieras bella

con mi raíz creciendo en ti,

jardín de soñadoras

con flores coloridas y silvestres

ilusionando liberadoras.

Te divisé jardín

y me quedé junto a ti

buscando de tu agüita pa crecer.

Esta noche mis pétalos caen

y mi cuerpo se desvanece

con el agarrón de unas manos

llenas de miedos y presagios

para estas flores mundanas;

pasiones humanas

y temores de porcelana.

Te divisé jardín

pero esta flor entendió

que muy mal vio,

a lo lejos no se percató.

Te divisé jardín

pero eras la primavera frente a mí.

6)

Creo que nacimos al mismo tiempo,

pero para poblar la tierra hay que venir por turnos,

lapsos cortos de tiempo para no confundirnos

entre todas las almas que acá venimos desde el todo

y nos encontramos varias veces

como si nunca nos hubiésemos visto.

Por eso, respecto al tiempo:

Me fui de este papel un día lejano que sucederá mañana,

donde estaré feliz en el presente fugaz y real

mientras los otros dos hijos del tiempo,

separados artificialmente por la educación tradicional

se irán charlando cagados de la risa.

Ellos lo saben, son traviesos, saben que existen

pero no son hoy reales,

por eso juegan y se divierten,

por eso evocan lo sucedido

y nos llevan a sitios donde ya fuimos en otro futuro ya pasado.

Irreconocible es nuestra existencia

porque miramos con los pequeños ojos

de nuestra corta vida terrenal,

y esa mini memoria

está plagada de un ayer que se hace el que se fue.

Pero nos engaña,

porque Pasado camina junto a nosotros,

es quien da permiso de existir

al único hijo real del tiempo: Presente,

que siempre se acerca a Futuro hermano

aunque nunca lo alcance porque el mayor

se aleja y canta para que lo sigan.

Los tres caminan junto a nosotros,

nos conducen a donde ya sabemos

porque ya estuvimos: la muerte amiga, la muerte viaje,

que no es más que la síntesis de los tres.

7)

Ay Nuestra América,

te dieron de chiquita

en la cabeza

y te diezmaron las fuerzas para soñar.

Te quisieron miedosa,

inhumana e indolente.

El surco de dolores corre

con sangre de manantial

mezclado con lágrimas

de madres que lloran

por los frutos perdidos de su vientre;

camuflados muertos con botas nuevas y ropa limpia,

detenidas en la calle,

robados por alguna familia católica y militar,

colgadas de algún árbol,

sumergidos bajo el agua con rieles en el tobillo,

sepultadas en fosas que riegan el continente.

La horrible noche no quiere terminar

y la libertad no aparece pronto en el horizonte.

Derramamos la miseria

de una ignorancia Malinche

enamorada de las cadenas

y no queremos comprender las palabras del que «anduvo en la mar«.

El sol sale y en otras tierras tampoco acaban los días de soledad.

Mirá kape; los chinitos, los chamos, las cabras, las pibas,

tienen hambre,

las abuelas sufren la historia y morirán sin pensionarse

mientras el pueblo de su vientre cree más en el gringo que en la paz.

Vengo del Encanto y camino por el gozo de andar,

ayer me dijo una amiga que tendremos en algún momento

la oportunidad de nacer otra vez.

Y yo le creo.

«Entre tanta muerte

seguir vivo es un milagro«,

por eso cuidamos las estrellas;

para seguir andando con el milagro vivo bajo el brazo.

8)

Te llevaron arrastrado

y a la fuerza.

te sacaron de tu casa

y te pusieron vendas;

pal monte

a soportar los golpes.

Al día siguiente

tu madre te buscó,

al día siguiente también

y al décimo encontró

a otra madre que buscaba.

En este país de mierda

la justicia no es pa nosotros,

acá nos toca la pobreza,

el plomo y el palo.

Te quitaron la camisa y el pantalón,

te pusieron uniforme camuflado

y unas botas nuevas.

Tu madre te siguió buscando

en toda institución:

tocando puertas,

llenando formularios,

haciendo filas interminables

en el país de la indolencia.

Te dieron un fusil

y así:

tus manos

en el metal,

tus huellas

en un fierro

que no sabías disparar.

Tu madre se volvió multitud

y en la plaza

recordaron que todas eran una,

que la Matria vive y llora

deambulando soñadora

tu regreso por El Encanto.

Te dispararon.

Andrés Ubérrimo Velásquez

necesitaba que a las 7

en las noticias de la tarde

el ejército saliese victorioso.

Caíste acribillado.

Te nombran tus madres

aunque la amnesia oficialista

les dice que ya pasó.

Te tildaron de terrorista

y le mintieron a tu pueblo

que todavía vota

por tus asesinos.

Estás en la memoria

de quienes cantamos a la vida,

de los que decidimos y prometimos

nunca olvidar.

Eres en cada lágrima rebelde

que abunda en el rostro de tus madres,

en su caminar valiente

y en su grito recordando.

9)

Otra vez vuelves al camino

viejo de mil batallas

muchas veces derrotado

pero jamás rendido.

Otra vez vuelves al camino

viejo terco,

a perseguir esos sueños que te mantienen vivo.

Otra vez vuelves a caminar por la utopía

sin importar las frustraciones,

no pudieron quitarte la alegría

de la palabra esperanza.

Otra vez regresas.

Hablarás de la tierra

Y el amor,

De la libertad y el pan.

Hablarás del futuro y del cantar de tu pueblo

que es el mío también,

tanto allá como acá

es el cantar de Nuestra América,

tonada que corre por tu sangre y por la mía.

Otra vez regresas

con tu niña de la mano,

ella regresa contigo a luchar por la dignidad del sur que defendiste.

Regresa con tus palabras en los días

de agitación cultural y revuelta

grabadas en el campo fértil de su memoria infante,

donde viven esos recuerdos de primera rebeldía.

10)

La que se sienta e inventa historias

viajando en versos y guitarras.

La que baila sola y sin maquillaje,

la que no se peinó para danzar

ni se habrá de peinar mañana,

y aunque se confundan los tiempos

no se peinará tampoco ayer.

Dice que su cabello merece como su ser

gozar de la misma libertad.

La que sencilla sonríe cual

dulce pirata que abraza y siente,

la que nos muestra que otro mundo

cada día sí es posible.

Ella camina distraída sin darse cuenta

de que los pasos dados la conducen

rumbo a la belleza de su ser.

Tiene arena entre los dedos de los pies

y luego de humedecer su pelo

con el llanto de las nubes

deja que se seque bajo el sol.

11)

La orilla del lago

me recuerda los muertos de mi sangre,

y el llanto es eterno

porque los niños de mis niños

todavía tienen hambre.

¿Cómo no querer quemarlo todo?

cuando el fuego arde

lo nuevo puede nacer.

Hay días en que comprendo la historia de los días

y acepto agradecido el mundo

con sus tristezas y contradicciones.

Luego se me quita;

el humano cuento

se torna inaceptable.

Lo injusto me retuerce la existencia

y me quema el alma por los ojos.

Vibra en mí la rabia

que me llevó a luchar cuando empecé a crecer,

y siento en el centro de mi pecho la vocación total

por el mañana diferente,

el que dejará soñar,

el que nos llevará rumbo al puente silencioso

que camina hacia el horizonte;

al misterio lejano donde palpita la utopía más real.

Recuerdo la soledad tenaz

que me limpia y me sana,

recuerdo el infinito latente de un mirar

con ojos abiertos

acariciando el eterno ser.

Me levanto sigiloso entre mis recuerdos

y los futuros que vislumbro,

agarro el material y con cautela,

siguiendo el anhelo que marcaron antes

otros soñadores en rebeldía,

lo pongo en la continuación del puente,

ese que caminarán mañana

luego de que me lleve la inexorable muerte.

Veo atrás los primeros pasos

de quienes en la historia humana

creyeron en la libertad,

veo a mis pueblos y a sus madres,

a los palenques cimarrones

y a los justicieros libertarios del ayer.

Y los sé parte mía,

Como en su tiempo fui de ellos,

Porque pertenecemos a la gran causa

De la emancipación humana.

12)

Mira como canta

y mientras vuela baila,

cómo se mueven sus caderas

al ritmo de las gaitas,

hay ron de caldas para oír

la tambora cuyo vibrar

son historias de aquellas tierras.

Del vientre nace la vida

y las inmigrantes la rodean.

la canción es nuestra,

la cantaron las abuelas

a orillas de aquel océano

que no conoce de fronteras.

Y hoy en la lejanía de este sur

un aquelarre misterioso sacude la creación,

recordando así los bailes

oprimidos y rebeldes

que encausan con ritmo

la tan anhelada libertad;

paz con justicia social.

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