«YO»
El que pude ser,
el que quise ser,
el que mato a diario
para ser quien soy;
ese «Yo» abortado
juega a existir
con la vida
que juega a ocurrir.
Pensamientos nocturnos
Silencio, la luna negra.
Waits carraspeando en medio
de la pieza.
El fracaso de hojas suicidas
flotando sobre una poza.
El verso agoniza sobre tinta
humedecida
y el poeta muere
cuando nace
el pensamiento.
Memorándum
No te olvides de la lluvia
en Santiago.
Siempre recuerda que otoño
es tu estación favorita.
Acuérdate de Vienna y de que
puedes soñar, pero no creas que todos
se harán realidad.
Ten presente que los perros ladran
y los gatos follan en la madrugada.
Mira al cielo y considera gritarle
sus verdades a la luna.
Llenar el silencio
Ya me cansé de llenar el silencio
con imágenes muertas.
Mirando el camino
Siempre volvemos callados.
Por las ventanas olor
a mierda de vaca y coliflor.
Si no me quedo dormido,
voy mirando el camino. Y lo odio.
Papá pone la radio.
Al fin alguien habla, mi mamá creo.
No la escucho, solo veo su perfil.
Por el retrovisor, papá me mira
fijo. Recién entonces
caigo en cuenta de que nadie
va mirando el camino.
Ellos ríen
Ellos ríen, llenos de polvo,
con el cafecito enfriándoseles
en las manos.
Ellos ríen.
Mirando de lado a lado,
preparándose para la noche,
contando pesos para una caja
de Gato.
Ellos ríen.
¿Y por qué no lo harían?
Rehab
Hoy veo por última vez tus fotos,
lo prometo,
lo juro.
Dejo a un lado tus historias, comentarios
y toda etiqueta donde te peguen.
Me meto a rehabilitación, y de ahí
no me sacas más.
La próxima vez me verás por la calle,
caminando: espalda erguida,
cabeza en alto.
O tal vez no.
Dejar los sueños bailando
La última y nos vamos, cabros.
Resignados, derrotados,
carcomidos por
la noche.
Una más para quemar el último
cartucho,
para dejar los sueños bailando bajo
luces estroboscópicas. Y a las cinco
nos vamos. Sin ellos. Los abandonamos
en el bolso de la rubia, de la morena,
esa que no te dio bola. O los fumamos.
Una más para decir que lo intentamos,
de que fuimos jóvenes, aunque
no lo creyéramos, aunque Dylan dijera
lo contrario;
para vernos las caras y reírnos
con la muerte mientras tambaleamos
y nos cantamos los fracasos.
Lo que me queda de ti
Unos segundos, transformados en loop;
todos los corazones, los posibles rostros
y una barrita que como pólvora
se consume entre mis dedos.
Te veo de nuevo: es lo que me queda de ti.
No es recuerdo, es distancia disfrazada,
es una noche compartida.
Aunque no lo sepas.
Aunque no te importe.
Aunque estés con otro.
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