Miércoles, 14 de septiembre de 2.016
LA TRAPECISTA
Qué bueno sería vivir en el trapecio de un circo y volar por los aires cual sonámbula enamorada, la sonámbula enamorada toca el cielo con los ojos y del cielo, baja hasta el infierno claro y se cuelga de la trompa del elefante cojo, y el elefante cojo se pasea por encima de las fauces de los leones que leen En busca del tiempo perdido. No es cárcel, sino dicha, este vivir en cautiverio. Encima del trapecio la vidase ve de otro color. Huele a jazmines y sabe a miel. La miel de tus labios es amarga. Se escucha siempre la misma canción: Lágrimas negras.
Sábado, 17 de septiembre
LAS FLORES BLANCAS DE LA ACACIA
Las flores blancas de la acacia se vuelven rojas
y, cuando amanece, se posa un águila luminosa
que vuela por los aires como un acróbata
extendiendo sus alas como el ahorcado, la soga,
cuando su amante lo abandona
y su cuerpo cae al abismo de las olas
a pesar de todo, era buena persona.
Sábado, 17 de septiembre
LA LOCURA DE DON QUIJOTE
Cabalga don Quijote
por las tierras manchegas.
Allá en el horizonte
Dulcinea te espera
donde tú te escondes
porque el miedo te acecha.
Cuando cae la noche
tu locura despierta.
SOY COMO UN CUARTO DE HOTEL
Soy como un cuarto de hotel,
por mi cama pasa todo el mundo
y nadie se queda.
Porque el amor no es perpetuo
en nadie, ni en mí tampoco. (Miguel Hernández)
Me siento sola en su compañía.
A su lado, la luna me resulta tan fría
como los balcones pintados de añil.
Porque el amor no es perpetuo
en nadie, ni en mí tampoco.
En una amarga cafetería
una bruja lee los posos del café
mientras tú te pierdes por las esquinas.
Porque el amor no es perpetuo
En nadie, ni en mí tampoco.
Viernes, 23 de septiembre
LA MUERTE DE MI ABUELA
Camino con mi amiga Almudena
por la vereda del río, por la vereda.
Tocan a muerto las campanas de la iglesia.
Exclamo: “¡Mi abuela!”.
Aunque soy muy pequeña,
me dejan verla.
Toda vestida de negro
con unas tijeras abiertas sobre el pecho.
Después me entero
que es para que no se hinche el cuerpo.
Sueño que mi abuela
a coger moras me lleva
como cuando era pequeña.
Cuando vuelvo a mi pueblo,
paseo por el sendero
y veo las moras maduras en la vereda,
me acuerdo de mi abuela.
Sobre el cementerio,
mariposas negras.
Miércoles, 29 de septiembre
(León Felipe)
La fuerza que me arrastra
como una piedra eres tú.
Así es mi vida,
piedra como tú.
Como el monte que acecha,
como tú.
Como el mar que se aleja,
como tú.
Como el amor primero,
como tú.
Como un muerto en la fosa,
como tú.
Como una flor añeja,
como tú.
Como alas al viento,
Como tú.
Como un pastor sin rebaño,
como tú.
Arde la casa encendida,
como tú.
La fuerza que me arrastra
como una piedra eres tú.
Así es mi vida,
piedra como tú.
Jueves, 29 de septiembre
Agua que no desemboca como jazmines en la distancia.
El agua del río me vuelve loca cuando el mar se pierde en mi alma.
Mi alma de espuma y de nostalgia.
Domingo, 9 de octubre
El espejo me devuelve tu mirada.
Las rosas marchitas no volverán a florecer.
El invierno llega a mi alma
cansada ya de esperarte.
Me veo vieja, sola y triste
escribiendo versos a un amor imposible,
a un amor que nunca llega porque tú te fuiste.
¿Será el todo la rosa y el mar? (Max Aub).
La rosa es mi alma
Y el mar, tu rosal.
Lunes, 10 de octubre
Cuando me acuerdo de ti
me viene al pensamiento
el aroma de las rosas
que plantaste en el huerto,
donde pasaba el arroyo
que regaba este suelo.
Tus ojos miel se reflejan
en el lejano sendero.
En el cálido verano
florecía un crisantemo.
Es tu alma que florece
donde reposa tu cuerpo.
No sabes cómo te extraño
cuanto más pasa el tiempo.
Allá donde te encuentres
plantaré un verde romero
que eleve mi alma hasta ti
como un tierno crisantemo.
Domingo, 11 de diciembre
(Mi vida una casa que ya no habita nadie) Ricardo Molina
Me invade la tristeza
del viento de poniente
cuando la tormenta arrecia.
Eres como una paloma triste y solitaria
que, cuando cesa la lluvia,
se posa en mi ventana.
Cuando evoco mis recuerdos,
caen las hojas marchitas.
Son mis lágrimas.
Mi vida es una casa,
desde que tú te fuiste,
ya deshabitada.
Domingo, 29 de enero de 2017
Por la orilla del mar
me persigue tu sombra
que hasta el final del día
canta como una alondra.
Como un verde romero
del que crecen las hojas.
Te espero en el sendero.
Siempre seré la otra.
Eres mi compañero,
penas que das, me sobran.
Jueves, 16 de marzo
Yo bailaré.
Yo soñaré,
con tu azúcar y mi miel.
Yo escucharé
tu alegre canción
que alegra mi corazón
En mis pies llevo tu amor
y la salsa en el corazón.
Te espero en la estación,
donde el tren se paró.
El árbol se secó,
Mi flor se marchitó.
El otoño llegó,
El sol ya no brilló,
hasta que te vi a ti
y, otra vez, me hiciste sentir
la pasión de la juventud.
Llévame contigo al sur,
al compás de Celia Cruz
bailaremos los dos
esta alegre canción
cubano de mi amor.
1 de mayo de 2017
Dejé mi cuerpo abrazar
mientras tus labios me besaban.
Mi cuerpo es de mujer
y mi alma, de hada.
Vivo en un castillo.
Mi cuerpo es tu morada.
Mi alma huye de ti.
Se aleja en una barca
donde habita el olvido
y tu corazón, no es nada.
Domingo, 25 de junio
Se acaba la primavera
y en la noche de San Juan
los mozos encienden hogueras
en la arena de la playa.
Y mi pueblo se llena de verbenas
que ponen los enamorados
a las mozas casaderas.
Ya va a empezar el baile
baja a la plaza morena.
Los viejos miran sentados
como baila la alcarreña,
morena de piel trigueña.
Tú no pierdas tu donaire,
me lo decía mi abuela
que las mujeres fáciles
son de una tarde abrileña.
Lunes, 26 de junio
Un encuentro casual
producto del azar.
Un silencio mortal,
se acerca el final.
Amarte siempre,
quererte hasta la muerte.
Lunes, 26 de junio
Cuando te veo,
alzo mi voz al viento.
Mi mano se abre
como las alas de una mariposa
que se posa en una rosa roja.
Como canta la alondra,
que estampa más hermosa.
A tu lado,
me siento dichosa.
Lunes, 26 de junio
Cuando llego a Valdesaz
y no veo a mi tío Paco
en el banco de la iglesia
y, en frente, veo su casa,
la casa de mi abuela,
toda vestida de negro
cosiendo en su puerta.
Y mi madre de moza
asomándose tras las rejas
para ver pasar a mi padre
a dar agua a las mulas
en la fuente vieja.
Ya no le queda ninguna hermana,
ni la Julia, que se fue a Brihuega,
ni la María ni la Eusebia.
Sólo queda mi madre.
Hay que ver qué pena
tan grande me entra.
Miércoles, 5 de julio
Viniste de La Habana
como el olor de la guayaba.
Viniste del Caribe
huyendo del declive.
En Madrid, se enamoró de ti
una muchacha de la Alcarria.
Pero tú no puedes olvidar
los recuerdos de tu Habana colonial.
Llévame a la playa de Varadero,
te confesaré mi amor en silencio
y te mostraré los versos
que te escribo en secreto.
Miércoles, 5 de julio
Paseo a mi madre por La calzada
bajo la sombra de las acacias.
Cuando llegamos hasta el puente,
se lleva mis sueños la corriente.
Te espero en la vereda del afluente
cuando sopla el viento de Poniente.
En el verano sopla una suave brisa.
En el parque se oyen de los niños, las risas.
Y mi alma se llena de nostalgia
como jazmines en la distancia.
Tú me haces de nuevo reír.
A tu lado me siento feliz.
Quiero contigo mi vida compartir
y envejecer junto a ti.
Miércoles, 5 de julio
Cuando abro la ventana
contemplo las estrellas,
la escarcha sobre la hierba.
El cielo se cubre por la mañana
de una densa niebla.
Tu amor crece como la hierba
en las verdes praderas.
Una barca por el río navega
y la vega se llena de aguas nuevas.
Se acabó el tiempo de la siembra,
con el verano, llega la siega.
Mi amante trepa
hasta mi ventana
por la yedra que cuelga
como si fuera una trenza.
Viernes, 14 de julio
Has empañado mi imagen,
mi orgullo has herido.
No vamos por el mismo camino.
Tu amor por mí es fingido.
Cuando apareces
se despiertan mis sentidos.
Qué bueno haberte conocido.
Siento que por fin vivo
y hasta el aire que respiro,
quiero compartirlo contigo.
Martes, 18 de julio
MI ALMA SE VISTE DE NEGRO
Sola te espera la esperanza,
hasta la vereda
la sombra del olmo te acompaña.
Mi amor es una oscura danza
de dos golondrinas negras
que se cruzan en mi ventana.
Te espero desnuda en mi cama
con un café por la mañana
mojando una magdalena en mi taza.
Te digo adiós con los brazos abiertos
cuando te alejas de mi casa.
Eres como el oscuro océano
con el uniforme negro
y tu pelo moreno.
En el mes de abril
mi juventud vuelve a florecer
como los rosales de mi jardín.
Mi amor por ti es como un higo,
verde en primavera,
maduro en verano,
seco en otoño
y, en invierno, se viste de negro,
se pudre en el infierno
y, hasta el próximo verano,
te guarda duelo.
Viernes, 29 de septiembre de 2017
En la verde olmeda
tu alma se refleja.
El olmo viejo y centenario
hendido por el rayo,
mi corazón hundido,
el rosal marchito.
Se acabó el verano,
los árboles verdes,
en otoño se tornan amarillos,
después rojos
como tus labios y tus ojos.
Eres tan sencillo
tan noble y tan pícaro.
Mi corazón has conquistado,
me has embelesado.
Te amo, mi cubano,
mi amigo y mi hermano.
Sábado, 7 octubre de 2017
Tus palabras, luz en mis oídos.
Soy una niña perdida
en mitad del parque
desde que te he conocido.
Ingenua, inocente, idiota, inofensiva
pero no inútil.
Vienes de la orilla del mar
al centro de mi ciudad.
Soy una sombra ciega
escondida tras los muros.
Debajo del cabello
que acarician tus dedos
hay una mujer
que tiene corazón y alma.
Mi cuerpo desnudo
se refleja en el espejo
te tiende la mano
y te invita a cruzar el umbral.
Eres como la arena de la playa
a la orilla del mar
que se me escapa de las manos.
Como las espinas que se clavan
de las rosas de mi rosal.
Sueño que tus dedos
acarician mi pelo.
Me adentro en el bosque,
me pierdo entre los árboles.
Jueves, 12 de octubre de 2017
Esa mujer
que sólo espera
amarte algún día
y que tú la correspondas.
Tus ojos se encienden
como una luz
que me dispara
cuando te miro.
Tu boca me habla en silencio
mientras intento besar tus labios.
Tu universo pleno,
la soledad de mi mundo.
Ampara mi desamparo.
Me siento derrotada
antes de conquistarte.
Sobran las palabras.
Anhelo tus caricias.
Vivo de olvidos y recuerdos.
Te espero en el fondo de mi alma.
Hueles a brisa de mar.
Tu perfume es como la aurora
que me acerca el día.
Y, cuando cae la noche,
se apagan tus ojos
y se esconde mi esperanza.
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