Corazón latiente=
Miradme, Miradme por favor,
Que al más mínimo oleaje de tonadas,
Solo quedará el fútil recuerdo de perderte, pero no tenerte
Sosiego, desilusión,
Viejas lozas ya cuarteadas y malgastadas, será asi la tonada
Tan solo un instante te vi, me viste, pero realmente en el reflejo de tus profundos ojos ¿realmente me tuviste?…
Tal vez como un fénix renazca de las cenizas, ¿ lo nuestro será?…
¿Un baile interminable deja de serlo al compararlo con una ilusión?..
¿Que es el amor realmente?, ¿una triste canción?, bellos sonetos que aturdan la mente humana, ¿esa es realmente su misión?
El penar va acompañado de un soneto, hermoso y tembloroso,que pesarosamente vaga al compás de los rotos figurines de madera…. Que se esparcen por el valle…
Para luego perderse por las inclemente gotas, lluvia… Mientras la panorámica se muestra majestuosa e imponente a la mirada de escrutinio del espectador, me despido silenciosamente antes de que la profundidad me aclame…
Los primeros pétalos de perales comenzaron a caer delicadamente sobre el espejo…reflejando la turbiedad de este…
Si te dijera que prefiero mi mundo, ¿y que ese mundo eres tú?, ¿me dejarías salir de aquel velo de oscuridad?….
El TÍTERE
Baila al sonido de tu vos,
tan campante que gira;
que al más intenso brío,
la sombra del fino ocaso te espera.
finos cabellos,
mirada perdida;
retumban los sonidos en la lejanía,
aullidos avasalladores se incrementan,
tan fugaces;
tan delirantes que turban la luz agonizante,
tela de mil hilos,
reflejo de mil caras;
labios curtidos,
seres alargados sin forma;
gira que gira,
la ruleta rusa del destino;
que al más sublime silencio,
las lágrimas se cristalizan,
Sus alargados dedos tiran de sus ropas,
Mascaras malditas, el verdadero terror no se encuentra en aquel disfraz de quinta, la miseria se vislumbra en su mirada demoníaca.
¿Realmente los humanos se diferencian de los demonios?
POESÍA DE INVIERNO
Habladme, Habladme por favor,
Que mi dulce llanto no suena,
En el triste valle de ollin y de cartón.
Los uniformes figuras de cera, acechan triunfantes en lo profundo del averno,
Retahila, armoniosa y pesarosa,
Me acompaña en esta sinfonía, junto a los cuervos,
Con porte fino, y chaqueta de cuero, se lanzan azarosamente, desgarrando lentamente,
El recuerdo, fino y certero, avasallante y desgarrador,
De aquel durazno prohibido, que bajo los árboles de perales, las lágrimas del ocaso, pintan y definen la delicada porcelana china.
LA FRIALDAD DE ENERO
Bellos témpanos de invierno, que al más sublime velo, las tristes gotas recorren las calles de piedra. Oh, mirada baldía, la de enero… que vagamente recoge las quebradizas gotas, que bañan amargamente a las delicadas bailarinas, que bailan al son de los tétrico rayos del sol…
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