Doña Purificación, directora del colegio de élite, Progreso, llama a los padres de Christian Fraile para notificarles que su hijo no asiste a las clases de la asignatura de Educación Afectivo Sexual; pero sobre todo los ha citado por un asunto más grave y transcendental.
En realidad lo que desconocen los padres es que su Christian (el guaperas del grupo), siendo menor de edad (nacido en el 2020, ahora tiene 15 años), ya había mantenido relaciones sexuales.
Se quedan sin aliento cuando la directora les comunica que su hijo ha contribuido a la interrupción del embarazo de dos adolescentes del mismo colegio.
La Clínica Maternal Vital ha notificado a la directora este asunto ya que no se personaba el “padre-autor” responsable de estos embarazos.
María Molina y Juan Fraile, los padres manifiestan no entender nada. María es una ama de casa con fuertes convicciones religiosas y Juan, un industrial de prestigio, más relajado en temas de la iglesia.
Desde el 2028, las políticas de igualdad hacían censar el ADN de los progenitores a través de la células de los embriones abortados.
-¡Pero esto es espantoso! -dice María Molina – ¿que tiene que ver mi niño con lo que hagan estas chicas degeneradas que abortan?.
Juan Fraile guardaba silencio porque, no hace mucho, él se había visto en dos asuntos similares a los de su hijo; con su secretaria y una criada que al final tuvieron que despedir ante los celos de su mujer. Con ambas consiguió que no hubiera escándalo, desembolsando una gran suma de dinero.
-¡Miren señores! – corta de plano la directora- la ley sobre abortos en el 2028 es un poco compleja, pero tienen que acudir con su hijo a la clínica Vital para que manifiesten que quieren hacer con el embrión que la otra joven ha dejado en hibernación /adopción, allí conocerán a los padres de la chica y entre las dos familias deben decidir.
En los años anteriores al 2028 (la llamada sociedad antigua), los abortos eran responsabilidad de las mujeres.
Cuando una niña llegaba a la adolescencia y menstruaba, los padres (sobre todo las madres ), le advertían “¡Ojo hija! ya eres mujer ” y luego toda una parafernalia de consejos para que no se quedara embarazada.
Pocas veces se decía a los chicos adolescentes, cuando se suponía que podían mantener relaciones sexuales “¡Ojo hijo! ya eres hombre y puedes dejar embarazada a una chica” Los hombres siempre ostentaban de sus conquistas y su iniciación en los juegos amorosos era aceptadas y exaltadas en el núcleo familiar.
Cuando en los círculos sociales se preguntaba a un mozalbete casado si ya tenía hijos, algunos decían jactándose
-¿ Hijos que yo conozca? ¡Pues…. no se!
Ahora las aventuras amorosas se podían convertir en un problema.
En el año 2028 las mujeres o parejas que deseaban mantener el anonimato, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), se realizaba en las salas de exitus, donde el embrión era irrecuperable, pero se archivaba una muestra de células según la ley vigente en salas de hibernación.
Existía otra opción que era el aplazamiento voluntario del embarazo (AVE).
El caso de los AVE, el embrión extraído quedaba a disposición de la mujer o de los progenitores para futura implantación o para adopción del feto, si lo deseaban. Esta sala se llama AVATAR (nueva encarnación). Se volvía a fecundar el mismo embrión (clonación), con técnicas más avanzadas pero similares a la fecundación in vitro de los años 80 (1980). Los ingenieros genéticos eran expertos en fecundaciones y clonaciones con un mínimo de células embrionarias.
Si el feto presentaba malformaciones, seguían otro proceso: Bien interrupción irrecuperable, o el material embrionario pasaban a las cámaras de la sala LIMBO, donde (por motivos varios, casi siempre de conciencia), quedaban en espera para volver a implantarlos o para estudios científicos .
Había una científica que creía ver una especie humana diferente en los fetos con malformaciones.
Estaba un poco zumbada, pero soñaba que (en un futuro), sus investigaciones tendrían cierta razón de ser y lo podría demostrar.
Según la mitología, Eva tuvo más hijos y temerosa de Dios los escondió en el bosque por ser diferentes y dio lugar a leyendas fantásticas de enanos, duendes, ninfas… y (de vez en cuando), esos seres salían a la luz en gestaciones que los humanos llamaban malformaciones.
La creación de este departamento provocó un gran escándalo y le aplicaron el nombre de FRANKENSTEIN.
Ante tanto material vital, hubo que crear un ministerio para gestionar y evitar abusos de clonaciones ilegales. Este ministerio controlaba las fecundaciones con el material de los bancos de semen, de óvulos y células de embriones almacenadas. En resumen hacía las funciones de creador. Se le conocía por ÁURIL (la maligna diosa de los hielos), porque disponía de un poder divino.
El estado tenía una copia confidencial de toda la actividad de las clínicas maternales, porque (como en épocas anteriores), había casos de violación, pederastia , incestos, engaños amorosos, herencias… e implicaba responsabilidad civil o penal cuando se investigaban los hechos.
Los movimientos feministas y el Lobby Europeo de mujeres veían muy peligrosa estas ley del control exhaustivo de los abortos; se preparaban para nuevas intervenciones y manifestaciones con el eterno tema “nosotras parimos, nosotras decidimos” pero esto implica otros capítulos de esta historia.
Los hombres, se habían organizado en múltiples asociaciones en defensa de su virilidad y machismo protegiendo su intimidad en la vida sexual con el eslogan “el aborto no es nuestro problema”. Estas manifestaciones sonrojaban a otros varones más coherentes con el tema responsable de la paternidad.
Los movimientos pro vida y las religiones hacían responsable solo a la mujer y a las políticas de igualdad de esos disparates . Pero también habían surgido voces de teólogas manifestando no poder condenar el aborto como un asesinato puesto que había una vida latente con posibilidad de re-encarnación.
La Iglesia católica en los años 2028 permitía el celibato voluntario y crecieron los matrimonios entre los ministros de la iglesia. La mujer había obtenido un estatus en la jerarquía de la iglesia inaudito. Había curas , obispas y cardenales mujeres. Crecieron embarazos múltiples entre los nuevos matrimonios de la iglesia, pero poco después empezaron a controlar la natalidad, porque el poder económico de la iglesia se había visto muy afectado, sobre todo cuando las mujeres religiosas acogieron en su conventos la maternidad subrogada por caridad y solicitaban fecundarse con los embriones que se iban a destruir. Guarderías de niños rompían el silencio de los conventos… Pero esto es más largo de contar.
¿Que sucedió con Christian y la chica que dejó el embrión del aborto en hibernación/adopción? Los padres de ambos jóvenes no se ponían de acuerdo, pero al final la madre de Christian consiguió hacerse cargo del embrión y ha buscado una madre que lo fecunde (maternidad subrogada) , y la abuela María Molina adoptará la criatura cuando nazca.
Había que encontrar una solución ante el abundante material biológico: Bancos de semen, bancos de óvulos, embriones de las técnicas de fecundación in vitro, material genético de los abortos de las clínicas maternales …
En el año 2030 se idearon viajes sondas a planetas helados donde su conservación (según los científicos), estaba asegurada. En realidad esta práctica (no revelada), ya se venía haciendo desde la era espacial. Cohetes y sondas que impactaban en astros y satélites de nuestra galaxia , incluso en la Luna (que ya disponía de un banco de material genético). Allí se depositaba un contenido vital que dormiría en el espacio-tiempo, persiguiendo la eterna quimera de la inmortalidad.
Sustancias vivas que se mezclarían con partículas cósmicas.
¿No procedíamos todos de ese conglomerado del universo?
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