Juego de niños
Recuerdos: Momentos que jugaron al despiste con nuestra memoria.
III Concurso de greguerías Talleres de escritura Fuentetaja y Fundación Escritura(s)
Convocatoria cerrada
633participaciones
III Concurso de greguerías
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Admisión de originales: del 26 de septiembre al 27 de noviembre
Periodo de votaciones: del 28 de noviembre al 26 de diciembre
Fallo del Jurado: el 20 de enero de 2023
«El coro impune»
Pobre, sin techo ni futuro, indigente, empobrecido, cada cual sabe de «su» pobreza, de «su» plan de ayuda estatal y siente el dolor de sus entrañas, su frío. ¡Y ya el «Coro ideológico internacional» le está pidiendo que deje su sangre en las calles…; y «El coro…», ¿se desangrará?.
Estoy cansado de caminar
Cansado estoy de caminar, por eso quiero correr, si llegara a volar, de otra vida seré… No pido ser correcto, solo deseo caminar, sino lo logro cuando crezco, es por lo cansado que estoy y juro que desearía no volver a correr… Prefiero caminar aunque cansado ya esté.
Desgracia ortográfica
Le quité el “-” y no pudo actuar.
Llueve
La lluvia es una ducha colectiva que nos provoca prisas.
En mi séptimo día
En mi ausencia el hombre tuvo miedo. Para sentirse menos solo, decidió inventarme.
la Risa del silencio.
Ese día con voz silenciosa . la boca se abrió,los labios sonrieron y los dientes relucieron. En el capilla el cielo lloró,con la prudencia del león, la sonrisa del oso y la admiración escondida de Dios. la tierra aterrizó y la arena negra corrióyse mojó . con carcajadas de agua el mar se secó.
Eres siempre el pintor de tu vida?
A veces es necesario que el pintor permita que una persona manche su papel tomando su pincel para darse cuenta que el arte también puede ser abstracta.
Antártida
Ir a la colonia de natación era semejante a visitar la Antártida dentro de una pelopincho.
ESCRIBIR
Escribir es un parto sin dolor pero, con muchas contracciones.
Felinidades
Un gato no maulla, lava de tristeza ladruna. Un ojo nunca mira, tropieza de ceguera y fortuna. La luna compró un terreno con vista a Paternal y Pompeya. Las flores saben reunirse a despellejar poetas pinchados.