Es noviembre y veo la hojarasca por la ventana, las calaveras susurran en el desván desempolvando la memoria, una ocasión del año sin temor a su reflejo de mi ultimo momento en este viaje como un día de marea sin luna.
Es noviembre y veo la hojarasca por la ventana, las calaveras susurran en el desván desempolvando la memoria, una ocasión del año sin temor a su reflejo de mi ultimo momento en este viaje como un día de marea sin luna.
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