El poeta, blandiendo la pluma presta, miraba la vida despojado, desde su esencia; porque la escena lleva su esencia a flor de piel y es efímera. Para que ambas se hagan una, en versos, habrá de andar desnudo el artista, en alma viva. Luego, mañana, ya no hay tiempo… Así fue que lo llevaron preso.

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