Al cabo de un rato dejas de percibir tus propios olores, hasta el olfato te traiciona vilmente.
Tus recuerdos se disfrazan con lo que tus ojos admiran y tu corazón decida.
Al cabo de un rato dejas de percibir tus propios olores, hasta el olfato te traiciona vilmente.
Tus recuerdos se disfrazan con lo que tus ojos admiran y tu corazón decida.
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