El nieto es un buen bastón para el abuelo, su cariño tal al joven el bocata de jamón, su ternura subidón, mejor tres días a la semana.
La luna es un pandero de luz, sin cola al viento.
Malas olas se esfumen ligeras, mientras tanto, darán respiro a las tiernas seseras, cuajadas de miedos.
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