La Paz tal laberinto oscuro, sin salida, en la cabeza de la humanidad.
Lazarillo al ciego, guía de luz al deprimido.
Sonrisas en pedestal esparcidas tan fugaz cómo las perseidas.
Fea soberbia se vislumbra por el sombrero del malhumorado.
La ira asoma por la ventana del desesperado.
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