El humano es un enjambre de abejas donde su silencio es tan inútil como el dolor de sus picadas.

Esperanza, el motor encendido sin gasolina ni batería.

Besé tus labios y me tragué tu alma.

Me perdí en el sonido olvidado de un siniestro Do menor asolado por la lluvia del invierno que nunca llegó. 

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