Desde luego no en el barro de las botas con las que caminó Pedro I desde San Petersburgo a Moscú ni en las ambulancias que trasladan a los heridos de muerte por el desprendimiento de carámbanos. Me pregunto dónde esconde esta ciudad la pobreza.
Desde luego no en el barro de las botas con las que caminó Pedro I desde San Petersburgo a Moscú ni en las ambulancias que trasladan a los heridos de muerte por el desprendimiento de carámbanos. Me pregunto dónde esconde esta ciudad la pobreza.
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