En marzo cumplí 30 años. Los últimos tres los he pasado planeando el que espero que sea el viaje de mi vida. Literalmente.
Un viaje de ida fuera de esta oscura, triste y solitaria depresión.
Demasiado alcohol, demasiados errores, demasiadas malas compañías.
En esta etapa he engordado 20 kilos y me han salido mis primeras canas, pero el verdadero cambio ha sido por dentro: estoy preparado para ser feliz.
Recuerdo viajar como algo extraordinario. O quizá fuera vivir. O, tal vez, sea lo mismo.
OPINIONES Y COMENTARIOS