Al otro lado del mar
Un día mi abuelo me hizo soñar, me dijo: «Hija mía; Al otro lado del mar está el Guijo de Ávila, en Salamanca, España». Hoy, miro el horizonte, han pasado 70 años desde aquel día; tengo mi pasaporte español, el recuerdo de mi abuelo sentado junto a mi contemplando el mar y mi sueño de llegar a la tierra de mis padres, aquella que no conozco. La tierra de Cervantes y Don Quijote, de los cuentos de mi madre. Me siento con lagrimas a observar mi sueño navegar rumbo a España.
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